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Martes, 21 de junio 2016, 11:58
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El pequeño Betley es uno de esos niños milagro. Cuando aún no había nacido los médicos confirmaron a su madre que venía con un defecto congénito muy extraño y que recibe el nombre de encefalocele. Su cerebro se estaba desarrollando fuera del cráneo y que con asiduidad provoca la muerte del feto antes de llegar a la vida.
Sierra Yoder, su madre, se encontraba en la vigésimo segunda semana de gestación. A pesar de la noticia decidió seguir y el pequeño salió adelante dando una clara muestra de supervivencia. Recientemente, el doctor John Meara del Hospital Infantil de Boston, decidió ayudar a la familia y llevar a cabo una nueva técnica de operación para introducir el cerebro en el cráneo.
Betley pasó por el quirófano hasta en tres ocasiones y todo fue un rotundo éxito. El equipo médico no puede confirmar que no queden secuelas como problemas de visión o retrasos en el crecimiento. Pero el pequeño sigue vivo y poco a poco se va adaptando a la vida. Es un auténtico milagro.
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