Tus ojos te dicen si algo va mal en tu salud

1. El estrés. Se asocia con la acumulación de líquido debajo de la retina y, por tanto, con la visión borrosa. No hace falta más que estar todo el día de un lado para otro o frente al ordenador trabajando para que, si vienen mal dadas, la vista se nos nuble.

2. Presión arterial alta. Los vasos sanguíneos de la retina son los primeros que darán el aviso de hipertensión la cual, si no es tratada anticipada y adecuadamente, puede derivar en enfermedades del corazón o derrame cerebral.

3. Dificultad para ver de noche. Habrá problemas para tratar de distinguir algo por mínimo que sea en la oscuridad si hay falta de vitamina A y proteínas en nuestro organismo.

4. Inflamación. La psoriasis o la artritis reumatoide provocan que los ojos se inflamen y enrojezcan. Sus efectos hacen que el sistema inmunológico ataque a sus propios tejidos.

5. Problemas de tiroides. Con el hipertiroidismo hay una producción excesiva de hormonas que atacan los músculos y tejidos que están dentro de la órbita del ojo. Por eso esa sensación de ojos saltones en quienes sufren esta grave enfermedad que afecta cinco veces más a los hombres que a las mujeres.

6. La inteligencia también te delata. La apariencia de los vasos sanguíneos en la retina da medida del coeficiente de inteligencia de una persona. Los que tienen vasos sanguíneos más estrechos suelen ser más inteligentes. Los que destacan por la anchura de sus vasos sanguíneos lo son menos.

7. Diabetes. Los niveles de azúcar se detectan en la mirada pues pueden llegar a debilitar los vasos sanguíneos de la retina.

8. Alergias. Una reacción alérgica puede derivar en acumulación de sangre debajo de los ojos, con las típicas bolsas en las ojeras que no disimulan ni el mejor maquillaje.

9. Depresión. No es solo cuestión de tristeza en la mirada, es que a las personas deprimidas les cuesta más quitar sus ojos de escenas tristes, como pueden ser otros ojos tristes.

10. Neurosis. Los ojos pueden proporcionar los primeros indicios de trastornos en el sistema nervioso como la esclerosis múltiple, o una neurosis en la que el paciente esté a punto de perder el control. Se inflamará el nervio óptico y habrá que acudir al médico o especialista.