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Señal de acceso a Estepa de San Juan, en Soria, tercer pueblo más pequeño de España con siete habitantes.
Pueblos de juguete

Pueblos de juguete

El éxodo rural continúa haciendo mella en pueblos pequeños

álvaro romero

Sábado, 23 de abril 2016, 07:29

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La despoblación en zonas rurales, el éxodo rumbo a la ciudad en busca de trabajo y de otro tipo de oportunidades, ha provocado que los pueblos pequeños pierdan habitantes hasta el punto de, en algunos casos, desaparecer.

Otros, sin embargo, se resisten a marcharse, a separarse del lugar donde nacieron y jugaron desde pequeños, el sitio que les vio crecer. Este éxodo rural apareció en la segunda mitad del siglo XX y continúa aún en nuestros días. Los pueblos del interior y sobre todo los del norte del país son los más afectados.

El proceso demográfico, a menudo, se vio favorecido por el retardo con el que llegaron a ciertos pueblos los avances, el desarrollo y las infraestructuras de primera necesidad como la luz o las carreteras que hicieran posible la entrada y salida del municipio con cierta facilidad. En invierno algunos de estos lugares se quedaban incomunicados limitando en gran medida la calidad de vida que ofrecían otros términos más desarrollados.

Illán de Vacas, situado en la provincia de Toledo es, a día de hoy, el pueblo más pequeño de España. Un pueblo de juguete con un censo de tan solo un habitante, el alcalde, un lugar donde los debates políticos no tienen cabida. Sin embargo, no es Toledo la provincia que más problemas presenta en cuanto a pueblos despoblados se refiere. Lugares en peligro de extinción.

Teruel, Guadalajara, Burgos, Soria y La Rioja son las provincias que más sufren el envejecimiento de la población en pueblos de escasos habitantes. Jaramillo Quemado, en Burgos, es el segundo municipio con menos vecinos, un total de cinco censados, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). En 1900, sin embargo, tenía 365.

Tras Jaramillo se encuentra Estepa de San Juan, con siete habitantes, ubicado en la provincia de Soria. En ocasiones el padrón cuenta incluso con más habitantes de los que realmente pueblan estos lugares.

En La Rioja se encuentran Villarroya y Veldemadera, ambos con ocho habitantes censados, ocupando el cuarto lugar en la lista. Villarroya contaba con 404 vecinos en el año 1900. En el mismo escalón, aparecen Villanueva de Gormaz (Soria) y Castilnuevo (Guadalajara).

Con cifras de dos dígitos aparecen Villamedianilla con 12 habitantes, perteneciente a la provincia de Burgos. Balconchán en Zaragoza y Salcedillo en Teruel con 13 vecinos cada uno, este último llegó a tener 170 en la década de los años 30.

Todos ellos, por desgracia, están condenados a convertirse en pueblos fantasma al menos que un milagro demográfico repueble sus tierras.

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