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La conmovedora carta de una madre a un joven skater que triunfa en Internet

La conmovedora carta de una madre a un joven skater que triunfa en Internet

Lo que ella había preparado como una regañona para defender el derecho de su pequeña a usar la pista, acabó convirtiéndose en un sorprendente y emotivo mensaje de agradecimiento

IDEAL GENTE

Jueves, 29 de octubre 2015, 00:26

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Cuando Jeanean Thomas acudió al skate park (pista de patinaje) de Churchill (Ontario) junto a su hija de seis años, con la intención de que ésta cumpliera su sueño de empezar a aprender a patinar, lo hizo repleta de prejuicios, y con un discurso preparado en el que defender el derecho que su pequeña tenía de usar la pista igual que ellos.

Y es que, al verlos fumar y diciendo palabrotas, ésta ya se había preparado para lo peor, esperando que los jóvenes se quejaran de la presencia de la pequeña allí. Por ello, cuando uno de ellos se les acercó, Thomas casi empezó a pronunciar su discurso de inmediato, para llevarse de repente una grata sorpresa, pues la intención del chico era corregir la mala postura de la niña y ayudarla.

De ahí, que Jeanean decidiera publicar esta carta que se ha convertido en una de las publicaciones más virales de la red, por lo emotivo y lo conmovedor de su contenido.

La carta reza así:

"Querido muchacho en el parque de patinaje: probablemente tienes unos 15 años, por lo que no espero que seas muy maduro para querer a una niña en tu rampa de skate.

Lo que no sabes es que mi hija ha estado esperando para patinar durante meses. En realidad, tuve que convencerla de que el skateboarding no es sólo para chicos. Así que cuando caminamos hasta el parque de skate y vimos que estaba lleno de chicos adolescentes que fumaban, inmediatamente quiso dar la vuelta y volver a casa.

En secreto, quería mucho ir para intercambiar algunas palabras con vosotros. Además, quería demostrarle a mi hija que no tenía que tener miedo de nada, o que ella tenía el mismo derecho de usar la pista de patinaje, tanto como vosotros.

Así que cuando ella dijo: "Mamá, está lleno de chicos mayores", le dije con calma, "¿Y qué?, no son dueños de la pista de patinaje".

Ella procedió a bajar la rampa, a pesar de que tu y tus amigos estábais patinando junto a ella. Ella sólo hizo dos o tres carreras y tu te acercaste y le dijiste: "Oye, perdón..." Inmdiatamente me preparé para entregar mi discurso: "Ella también puede usar el parque, tanto como ustedes". Pero te oí decir: "Tus pies no están bien puestos, ¿Puedo ayudarte?"

Pasaste casi una hora con mi hija y le mostraste cómo equilibrarse y dirigir, y ella te escuchó -una hazaña no alcanzada por la mayoría de los adultos-. Cogiste su mano y la ayudaste a levantarse cuando ella cayó al suelo e incluso oí que le dijiste que se mantuviera alejada de los rieles para que no se lastimara.

Quiero que sepas que me siento orgullosa de que seas parte de mi comunidad, y quiero darte las gracias por ser tan amable con mi hija, a pesar de que tus amigos se burlaban de ti por eso.

Mi hija abandonó la pista de patinaje con un sentido de orgullo y con la confianza de que ella puede hacer todo. Y fue gracias a ti."

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