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ideal.es
Jueves, 2 de julio 2015, 01:50
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Un nuevo estudio científico recogido en el libro "Never Be Late Again" ("No vuelvas a llegar tarde") de la consultora Diana DeLonzor, asegura que todas las personas optimistas tienen un rasgo en común: siempre llegan tarde.
Aunque según la autora "algunos expertos afirman que hay personas que llegan tarde de forma innata y que el problema puede estar incrustado en lo más profundo del los lóbulos del cerébro", el estudio concluye que la impuntualidad sería un rasgo más de la personalidad del individuo optimista.
Así, entre las explicaciones que se pueden dar a lo que para estos expertos es un hecho consumado, la principal es que las personas optimistas piensan que pueden llevar a cabo un mayor número de tareas que otros en un tiempo concreto, lo que, aún teniendo beneficios a largo plazo, les lleva a ser poco realistas y a convertirse en malos gestores del tiempo.
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