Edición

Borrar
Las joyas son la debilidad de Iris Apfel. Abajo, con Carl, su marido desde hace 67 años.
El pájaro más raro

El pájaro más raro

Adicta al caviar con vodka y fanática de los mercadillos, decoró la Casa Blanca para nueve presidentes. La nonagenaria Iris Apfel marca pautas en la moda por su extravagancia. «El estilo es cuestión de actitud»

luis gómez

Martes, 26 de mayo 2015, 00:34

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Siempre han estado en el punto de mira de la moda, aunque parezcan personajes de nuevo cuño. Es imposible comprender la industria del diseño sin las necesarias gotas de excentricidad. Una extravagancia que Iris Apfel (Nueva York, 1921) ejemplifica como pocas. Es de esas mujeres a las que basta ver una sola vez para no olvidarla nunca. Sus labios pintarrajeados de rojo carmín, sus enormes gafas redondas, sus coloridos collares y las combinaciones de ropa tan extrañas la han convertido en un referente estilístico mundial. Un documental del cineasta recientemente desaparecido Albert Maysles celebra la figura de esta estrella ante la que han caído rendidos fotógrafos como Bruce Weber y artistas como Kanye West.

A su edad, a Iris le hacen hueco en las pandillas más cool y además ha conseguido algo insólito: transformarse en una de las jefas de la escena fashion sin entregarse al poder de las marcas, a diferencia de las jóvenes blogueras y pese a que en su ropero abunden los diseños de Lanvin, Versace, Dior,Nina Ricci, Dolce&Gabbana... Tampoco le pesan los años. Era su abuelo quien solía recordarla de niña que una mujer solo es tan vieja como «ella se ve a sí misma, no como la ven los demás».

Quizás por eso no para quieta y mantiene una intensa agenda social y profesional. Es imagen junto a Tavi Gevinson de la joyería Alexis Bittar, amadrina a & Other Stories, asesora a lujosas tiendas (Bergdorf Goodman) y diseña una colección de labiales, sombras y polvos para la firma de cosméticos MAC. «Vístete con un poco de ingenio y llegarás lejos», confesó a la revista Harpers Bazzar para justificar su longevidad. «Cuando te haces mayor es algo más difícil porque, a pesar de lo bien que esté la ropa, no siempre te encuentras en forma y animada. Pero si te quedas en casa sintiendo pena de ti misma es peor todavía. Por eso me obligo a hacer cosas. Todo tiene un precio.Nada es gratis», se queja esta celebridad que aún sueña con darse «atracones» de su «droga» favorita: el caviar regado con generosas raciones de vodka. Ahora se ha privado de este placer porque Carl, su marido, con el que lleva unida 67 años y que ya ha rebasado el siglo de vida, sigue una dieta sin sal. Las únicas veces que ha discutido este peculiar matrimonio ha sido por la afición de ella a los mercadillos. «¿Estás loca? La gente pensará que no me puedo permitir comprar un vestido de verdad», respondió encolerizado cuando su esposa pretendió hacerse un par de pantalones y unos zapatos con una túnica religiosa de terciopelo que adquirió en un bazar.

La carrera de este icono empezó a tomar forma al darse de morros con la fundadora de los desaparecidos almacenes neoyorquinos Loehmanns. Frieda, la acaudalada empresaria, la paró en plena calle y le soltó algo que a cualquier otra adolescente la hubiese dejado marcada de por vida: «No eres guapa y nunca lo serás, pero no importa porque tienes algo mucho más importante que deberías aprovechar». En vez de cogerse un berrinche, Iris, que a los 11 años empezó a comprarse la ropa, se lo tomó con buen humor. La señora Loehmanns se refería lógicamente al estilo, algo de lo que esta creadora de gafas, bolsos y zapatos ha andado siempre sobrada, además de personalidad porque desde cría esta mujer a la que la prensa bautizó como el pájaro raro de la moda sabía que debía de hacer algo «si no eres guapa». Y lo hizo hasta convertirse en la reina de las aceras de Manhattan. «El estilo es solo una cosa: actitud, actitud y actitud. Si eres capaz de llevar algo, lo que sea, y hacer que parezca maravilloso, entonces lo tienes. Da igual que sea caro o no», sostiene.

Importancia de accesorios

De su madre, propietaria de una boutique que sacrificó su vida profesional por cuidarla a ella, aprendió la importancia de los accesorios. Iris mantiene que el gran poder de la moda reside en la capacidad de mirarse al espejo y ver «a alguien diferente a tu yo de siempre». También en la improvisación para hacer algo diferente de lo tradicional:«¡Cómprate un sencillo y un buen vestido negro, que luego puedas transformar como quieras!», suele repetir.

Dogmas de una pionera incansable que desprecia las redes sociales «con respecto a la tecnología, vivo en el siglo XVII» y que hizo una gran fortuna decorando miles de mansiones Greta Garbo, Patricia Nixon y Estée Lauder figuraron entre sus exclusivos clientes y la Casa Blanca para nueve presidentes, desde Harry S. Truman hasta Bill Clinton. Ha caminado por la vida rompiendo moldes a todas horas: fue la primera mujer en usar vaqueros, prefiere las tiendas africanas de Harlem para comprar y hallar inspiración «tienen mucho más estilo que en Manhattan, donde se creen que el estilo es ir de negro» y cuenta con su propia marca de joyas (Rara Avis by Apfel).

Cuenta con una valiosísima colección de moda, que pocas mujeres se atreverían a ponerse, porque después de los desfiles siempre preguntaba si había algunas cosas de las que las marcas quisieran deshacerse. «Siempre me ha gustado la ropa poco convencional que no se vendía tan bien y era más barata». Con ella, el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York montó hace diez años una exposición que disparó su fama. «De pronto me convertí en una estrella geriátrica. Mi marido y yo nos reímos mucho, pero no estoy haciendo nada distinto que lo que he hecho en los últimos 70 años», remarca este icono que adora las joyas «transforman todo tu estado de ánimo» y recela de los diseñadores modernos. «No quieren trabajar duro y solo aspiran a conquistar a los editores». Además, sigue disfrutando comprándole gorras con tachuelas a su marido, porque lo importante, dice, «no es la fiesta, sino vestirse para la fiesta».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios