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IDEAL GENTE
Martes, 5 de mayo 2015, 12:14
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El ex guardaespaldas Romario Dos Santos Alves, de 25 años y conocido como 'el Hulk humano', utilizó un cóctel de alcohol de aceite para aumentar sus bíceps y casi muere. Ahora dice que "no vale la pena arriesgar la vida por tener los músculos más grandes". ¿Cómo ha cambiado de opinión? "El médico me dijo que si continuaba así, tendría que amputarme los brazos".
Y es que Alves se obsesionó con este cóctel explosivo después de mudarse a Goiania en Brasil. Allí se apuntó a un gimnasio y varios compañeros le presentaron el Synthol, el alcohol de aceite, y se entusiasmó tanto con los resultados que se volvió adicto. "Mis brazos se volvieron tan duros que me costaba hasta pincharme y tuve que comprar agujas especiales", empleadas para los toros.
Alves incluso llegó a engañar a su mujer diciéndole que el cuerpo eliminaba el Synthol días después de inyectarlo. Cuando su mujer se enteró de la verdad, quiso romper la relación si él no dejaba este tratamiento. Entonces Rosario intentó suicidarse y tuvo que dejar su trabajo. Tuvo que ser ingresado en una clínica, y ahora dice estar completamente rehabilitado.
Hoy en día su vida sigue siendo dura: se enfrenta a graves problemas de salud y dolores constantes de las articulaciones y además tuvo una insuficiencia renal debido a las toxinas del aceite.
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