Los enfermeros rompen relaciones con los doctores y los acusan de incumplir sus acuerdos

La potestad de prescribir fármacos ha abierto una brecha entre las organizaciones de médicos y las de enfermeros. Al anuncio de la tramitación de un real decreto que habilitará a estos últimos a indicar tratamientos a los pacientes le siguió un comunicado de la Organización Médica Colegial que lo calificaba de un riesgo para la salud de los pacientes. El Consejo General de Enfermería ha respondido rompiendo relaciones institucionales hasta que reciban una rectificación y anunciando acciones legales. Los acusan de agraviar a su profesión y de mentir. Esta norma, aseguran, la habían pactado entre ambos colectivos hace años.

«Se ha ofendido a toda una profesión», ha asegurado Máximo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermería en una rueda de prensa en Madrid. «A los que están todo el día al lado de los pacientes». El comunicado del Consejo General de Médicos el órgano central de la OMC afirmaba que la receta de medicamentos solo debe competer a los doctores y que, de no ser así, se pondría en riesgo la salud de los pacientes. Los enfermeros aseguran que no es cierto y ponen de ejemplo Andalucía, donde hace seis años que funciona un sistema similar.

El real decreto, que se presentó a finales de marzo en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que incluye a representantes del Ministerio de Sanidad y las consejerías del ramo de las comunidades autónomas y aún debe pasar por el Consejo de Estado y el Consejo de Ministros para su aprobación definitiva, establece un reglamento sobre cómo debe funcionar la prescripción enfermera. Cuando entre en vigor, estos profesionales podrán indicar de forma autónoma los fármacos que no exigen receta u otros que sí la requieren, siempre que se ajusten a unas guías preestablecidas. Según el Consejo General de Enfermería, la norma da soporte legal a una práctica habitual en los centros sanitarios.

González Jurado ha asegurado que recibieron con sopresa el último comunicado de la OMC porque consideraban que éste era un tema «ya superado». Y ha afirmado que la prescripción enfermera se pactó con el presidente de los médicos, Juan José Rodríguez Sendín, durante la tramitación parlamentaria de la ley que lo respalda que se elaboró en 2009. En una de las reuniones, ha explicado, éste le pidió alterar tres puntos de la norma para facilitar su aceptación por parte de los doctores. «Que no se denominase prescripción sino indicación, que en vez de receta se llamase orden de dispensación y que hubiese un proceso de acreditación previo con un programa de formación», ha aclarado. Accedieron, ha dicho, para tratar de mantener el consenso.

En el comunicado de la OMC, ha denunciado González Jurado, se da a entender que el colectivo de médicos descubre que la prescripción enfermera está en proceso de trámite por la prensa. «Falso», ha afirmado. «Nosotros firmamos un acuerdo con la ministra en Moncloa el mismo día que lo hicieron ellos», ha asegurado. Incluso, ha dicho, con la tramitación ya hecha pidieron un último cambio que constase el papel fundamental del médico que los enfermeros volvieron a aceptar.

¿Y por qué este comunicado de la OMC si la norma ya estaba pactada? Según González Jurado, la exministra de Sanidad, Ana Mato, faltó a su palabra y postergó la tramitación del reglamento del real decreto ahora en marcha durante años. Ha hecho falta, ha explicado, que tomase posesión Alfonso Alonso, y que los enfermeros anunciasen su intención de romper su acuerdo con la Administración y los médicos, para desbloquearlo.