Edición

Borrar
Maniobras duras para niños

Maniobras duras para niños

El crossfit se hace pequeño. Este deporte de corte militar se adapta a críos a partir de 5 años. ¿Demasiado intenso? «Pueden soportarlo»

julia fernández

Jueves, 2 de abril 2015, 01:55

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Brian tiene 5 años y es un hacha de las sentadillas. El pequeño las ejecuta a la perfección. Cuida sus rodillas, pero baja bien, todo lo que puede. También corre y salta y hace burpees, ese ejercicio típico de militares que consiste en agacharse, estirar las piernas hacia atrás, recogerlas de nuevo, levantarse y saltar. Como los mayores del box, la sala específica de entrenamiento que está al lado y donde no hay ni espejos ni máquinas por todos los lados. Allí trabajan con pesas y kettlebells, unas bolas metálicas con asa. A él todavía le quedan unos añitos para eso.

Este crío es solo uno de los veinte a los que da clase ahora mismo Janis Arsts, un joven letón de 24 años que cambió el triatlón por el crossfit una disciplina impulsada por el estadounidense Greg Glassman, que hace quince años creó la empresa que comercializa la marca después de entrenar a policías, bomberos y marines en California, y ahora es instructor de esta modalidad para grandes... y pequeños en CrossFit Mallorca. Tiene alumnos que van desde los 5 a los 18 años, a los que divide por edades y niveles.«Es muy divertido», señala. Plantearles los ejercicios como un pasatiempo es el truco para engancharlos.

«Lo primero que se les enseña es la técnica» para que puedan hacer todas las actividades sin riesgo para su salud, apostilla Manuel Gómez, director deportivo de CrossFit Las Rozas, en Madrid. Luego, «se añade intensidad en función de sus progresos». Este mes en su centro hay una quincena de chavales de entre 7 y 16 años apuntados. «La mayoría conocen este entrenamiento porque lo hacen sus padres».

El crossfit es una modalidad basada en una serie muy amplia de movimientos que proceden de disciplinas como la halterofilia, el atletismo, la gimnasia y sobre todo la resistencia, y que arrasa en España desde hace unos cinco años. «Engancha», confirma Mercedes Delgado. Se apuntó en noviembre para probar: «¡Y aquí sigo!». A ella, que viene del mundo del atletismo, le maravilla que puedas practicarlo aunque tengas alguna lesión. «El monitor te varía la rutina para que trabajes otras partes del cuerpo». No esconde que es exigente.

Los ejercicios se hacen a intensidades muy altas durante un corto periodo de tiempo. Es lo se llama HIIT (High Intensity Interval Training), que también incorporan otras disciplinas que no llevan el nombre comercial de crossfit. Es muy efectivo a la hora de quemar grasa. También obliga al deportista a exigirse al máximo cada vez. ¿Es esto adecuado para niños? Lejos de lo que se pueda pensar, un crío «tiene capacidad para soportar intensidades elevadas de trabajo», explica Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte. El problema es quién controla el entrenamiento. Este método «debe aplicarse de forma puntual y estar dirigido por personal altamente cualificado», subraya el también director de la cátedra internacional de Medicina del Deporte de la Universidad Católica de Murcia (UCAM). En Las Rozas, Gómez recomienda que, además de instructor de fitness, el monitor sea licenciado en Educación Física o técnico en animación de actividades físicas y deportivas (TAFAD).

«Tratar a un niño como un adulto menor es un gran error», añade. «La forma de entrenarlos tiene peculiaridades muy importantes», subraya Manonelles. Por eso, lo principal es que aprendan la mecánica antes de aumentar la intensidad. Luego, ya se puede pisar el acelerador porque «la sobrecarga es necesaria para el desarrollo normal del niño». Eso sí, los primeros días «no se trabaja con pesas ni barras», señalan los monitores.

En clase de Arsts, Brian y sus compañeros se lo pasan pipa «haciendo dominadas». Para los que no están puestos, es ese ejercicio en el que la persona se suspende de una barra horizontal y trata de subir su pecho hasta ella usando solo la fuerza de sus brazos... Cuesta, no se crean. Pero cuando se logra la primera, la sensación es de puro arrebatamiento. Es por eso que el crossfit le viene muy bien a la autoestima: «Ves los avances con rapidez». En el caso de los niños, «les da confianza en sí mismos», advierte el monitor letón afincado en Mallorca desde hace seis años.

Del gimnasio al colegio

Además de crossfitera, Mercedes Delgado es profesora de secundaria y ha visto en esta disciplina un filón para los chavales de su centro, el Instituto Juan Gris, de Móstoles. Por eso, ha planteado la posibilidad de que los alumnos puedan dar alguna clase. Cuenta con el apoyo de Manuel Gómez. «Están en una edad complicada. Algunos ya han tonteado con el tabaco. ¿Por qué no acercarles al crossfit?», se pregunta la maestra. Es una manera de mejorar su forma física general, pero también de introducirles en la vida sana. Y no solo esto, sino de enseñarles a arrimar el hombro: «Es más colaborativo que competitivo».

Pese a todo, el presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte pide a los padres que sean «sensatos» a la hora de iniciar a sus hijos en estas prácticas. Y que cuando lo hagan, se cercioren de algunas cosas. La primera, que los dejan en manos de «buenos profesionales». Y la segunda, comprobar que «el niño está a gusto».

¿Qué deportes son los más recomendables?

Los que le gusten a él, no a los padres o entrenadores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios