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Aspecto que presentaba la terraza de unos de los establecimientos de Sierra Nevada este fin de semana.
Semillas para un beneficio a largo plazo

Semillas para un beneficio a largo plazo

La celebración de los Mundiales afecta de forma desigual a los comerciantes |

JOSÉ IGNACIO CEJUDO

Lunes, 20 de marzo 2017, 11:10

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Un evento de las características de un campeonato del mundo siempre tiene una cierta repercusión para los negocios de la zona. No es para todos igual, pero existe. Basta con comprobar las múltiples terrazas de Pradollano, sobre todo en los días de sol que estas dos semanas han dejado.

Enrique de la Higuera es el presidente de la Asociación de Empresarios de Sierra Nevada. «En general, la influencia es totalmente positiva. Hay que tener en cuenta que es un escaparate mundial y que la actividad de estos días repercute directamente en el cliente», sintetiza. Opina que el impacto «es todavía mayor a nivel internacional que en el propio país; nos están viendo en todo el mundo, es muy bueno para la estación y para el esquí en España».

Sí reconoce que los beneficios son desiguales según la empresa. «Los porcentajes de ocupación son muy altos y en restauración la influencia también es muy buena por la afluencia masiva no sólo de clientes del campeonato sino de curiosos que suben para ver alguna prueba», comenta, antes de concretar que «hay otros sectores como el de las escuelas de esquí en el que obviamente la incidencia es menor porque la ocupación estos días corresponde a personas vinculadas al Mundial que consumen menos».

Cristina Civantos se ocupa de las ventas de los hoteles Meliá en Sierra Nevada. Está satisfecha. «Se ha notado mucho el Mundial, sobre todo en la gran cantidad de reservas que tenemos. Está siendo muy buena temporada y este evento nos sirve de escaparate al mundo, lo vemos como una gran oportunidad», asegura. Los porcentajes de ocupación han rondado el 80 y el 90% alcanzándose el 100% durante los campeonatos, siempre dejando un margen para clientes que no tienen una vinculación directa con estos. «Suelen venir durante cuatro o cinco días pero tanto los equipos como organización y prensa se quedan, la mayoría, todo el mes desde el 4 hasta el 21 de marzo», explica.

Cintia Muñoz es camarera en El Vertical. «Hay más caja, se nota que viene más gente, pero no tanto de fuera como trabajadores y voluntarios del Mundial», analiza. Estos se convierten en habituales, creando un ambiente familiar. «Para ellos tenemos un precio especial y sí vienen mucho a desayunar, también a tomar unas cervezas», señala.

El Cartujano es uno de los bares con más solera de Sierra Nevada. Al cargo, desde hace treinta años, está Juan Morales. «Me está afectando bien, hay días que se nota más que otros pero no va mal», expresa. «Aquí viene de todo: franceses, alemanes, ingleses, italianos desde las cuatro de la tarde cuando terminan su trabajo hasta las once, tomando cervezas y vinos», describe en su barra.

Con una ubicación excelente, en plena Plaza de Andalucía, el NIce se destaca como otro de los garitos de moda. Victoria León es una de sus camareras. «Hay muchas más personas y muchos extranjeros, aquí han venido para consumir dos de los equipos que compiten», reseña. Organizan conciertos que tienen su efecto, alargando las veladas desde las cinco de la tarde hasta las nueve o diez de la noche. «Hemos tenido un impacto positivo, se ha notado más gente que en Navidad incluso».

No es para todos igual. Joaquín Durán, trabajador de la tienda El Enebro de venta y alquiler de esquís, tablas y otros materiales, remarca que quienes visitan estos días Sierra Nevada «no se convierten en nuestra clientela». «Vienen con todo concertado y las ventas bajan, también por ser ya mes de marzo. Sí creo que a largo plazo, por la publicidad, puede despertar interés en los granadinos», imagina.

Ocurre algo parecido con Álex Ospina, responsable de Il Nuovo Little Morgan, y Jaime Martín, recepcionista en Inside Plaza. «Teníamos expectativas pero ya tienen todo concertado y tampoco es un deporte que atraiga especialmente a los granadinos», argumenta el primero. «No estamos llenos, aunque sí tenemos trabajadores de la organización, patrocinadores o periodistas, pero la mayoría son extranjeros sin relación directa con el Mundial», razona el segundo.

Sacrificio e inversión

Da con la clave el dependiente de El Oso Blanco, Valentín Bellido. Él admite que, desde el principio, sus expecatativas eran «bajas». No obstante, es consciente de la importancia que albergar unos campeonatos del mundo tiene para la estación y sus negocios. «Sacrificas dos semanas pero es un escaparate para el mundo», sentencia.

Beneficios del hoy que no son iguales para todos pero que sí pueden serlo mañana, cuando Sierra Nevada se lucre con la proyección internacional que estos campeonatos le proporcionan. Semillas cuyo fruto ya se aguarda.

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