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El comienzo soñado con La Borriquilla

El comienzo soñado con La Borriquilla

Con dos veces en la calle, la cofradía vivió ayer un día histórico

Fernando Argüelles

Lunes, 10 de abril 2017, 02:04

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Era una imagen insólita. Por la mañana salía la cofradía desde el Perpetuo Socorro camino de la Catedral. Si no falla nada, ésta ha sido la última vez que ha podido verse a los pasos de la hermandad salir del santuario de la calle San Jerónimo, ya que el próximo año la hermandad partirá desde su sede canónica, la iglesia de San Andrés en la calle Elvira. Este año ese hubiera sido el deseo de la corporación, pero finalmente las obras de restauración del templo no lo han permitido.

Se celebra el centenario de la bendición del grupo escultórico de la Entrada de Jesús en Jerusalén, en torno al que nacería la cofradía décadas después y, para conmemorar una fecha tan especial, la hermandad acudía hasta la Catedral para presidir la tradicional misa de palmas. Gran participación de hermanos en el traslado, con muchos niños, y también gran participación de público en la celebración en la Catedral. Luego, ya por la tarde, llegó la estación de penitencia, con la connotación de que la cruz de guía de la hermandad abría el cortejo saliendo por la Puerta de la Encarnación de la Catedral para realizar su recorrido. A las cinco menos cuarto, ahora ya sí de forma oficial, comenzaba la Semana Santa de 2017. Como siempre se repetía el rito de la hermandad de Santa María de la Alhambra Coronada golpeando la puerta con la llave que abre los días grandes, una llave que ya ha golpeado así tres puertas distintas: San Andrés, el Perpetuo Socorro y, ahora, la Puerta del Perdón de la Catedral (más cada Sábado Santo la puerta del templo nazarita o, durante la restauración del mismo, la de la iglesia del Sagrario). En la Catedral, la función religiosa de la mañana estuvo presida por el deán, Juan Gutiérrez.

La Agrupación Musical de la Estrella un año más ha acompañado con sus acordes a la primera cofradía del día. Al salir desde la Catedral, la hermandad redujo su itinerario al habitual de los últimos años, saliendo a Gran Vía y buscando ya la Plaza de Isabel la Católica, San Matías y la carrera oficial. Alberto Ortega es el capataz general de la cofradía, y la persona que ponía los dos pasos en la calle. El vicario de la diócesis, Francisco Javier Espigares, acompañó a la hermandad en su salida, dirigiendo unas palabras a todos los hermanos como también hizo el hermano mayor de la corporación Eugenio Almohalla. José Ignacio Martínez, vicario territorial de la Vicaría II de la diócesis fue quien digirió la oración de las estaciones de penitencia de la cofradías de la jornada en la plaza de las Pasiegas.

Tras hacer la estación de penitencia en la Catedral, templo que visitaba por segunda vez en el mismo día, la hermandad de La Borriquilla buscó su regreso al templo del Perpetuo Socorro por última vez. La Banda de Música La Victoria, de Fuente Vaqueros, que durante todo el recorrido fue acompañando al palio de la cofradía cerraba con sus interpretaciones una estación de penitencia en la que la normalidad ha sido la principal característica. Ha sido, además la última en la que la cofradía estuvo en el Perpetuo Socorro y la que siempre será recordada por el centenario de su sagrado titular y sus dos salidas en el mismo día.

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