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El Realejo ganó el Jubileo

'La Greñua' enamora a Granada en su procesión extraordinaria.

Fernando Argüelles

Domingo, 24 de abril 2016, 01:11

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Ayer salió a la calle María Santísima de la Misericordia Coronada bajo palio. Iba hasta la Catedral, donde se ganó el Jubileo de la Misericordia, volviendo luego a su barrio entre el fervor popular que la imagen siempre despierta.

Abril no podía quedarse sin un palio en las calles de Granada. Y esta ausencia de bambalinas y flores fue remediada ayer, y a lo grande, por la cofradía de Los Favores. Con carácter extraordinario María Santísima de la Misericordia Coronada salda a las calles de la ciudad, y lo hacía como es habitual en esta hermandad, arropada por el fervor popular de su barrio y de toda Granada. Incluso, muchos cofrades de otros puntos de Andalucía llegaron hasta Granada para presenciar la salida extraordinaria, habiéndose organizado viajes por parte de hermandades de provincias cercanas como Jaén.

Las hermandades y cofradías de la Provincia de Granada ganaban el Jubileo de la Misericordia junto a la dolorosa del Campo del Príncipe, que a las seis de la tarde salía de la capilla contigua a la iglesia de San Cecilio para peregrinar hasta la Santa Iglesia Catedral, templo jubilar de la ciudad. La iniciativa, a propuesta del Arzobispo, Monseñor Francisco Javier Martínez, había sido muy bien acogida por los cofrades desde que hace unos meses se anunciaba.

El traslado se hacía en ambiente de oración y sin banda, participando numerosos hermanos y fieles. El recorrido fijado llevo al cortejo por el Campo del Príncipe, Misericordia Coronada, Molinos, Plaza del Realejo, Fortuny, Pavaneras, Plaza de Colón, Gran Vía, Cárcel Baja, Pie de la Torre y llegada a la Santa Iglesia Catedral, donde a partir de las ocho de la tarde se celebraba una misa presidida por el arzobispo de la ciudad. En la misma, los cofrades participantes pudieron ganar el Jubileo del Año de la Misericordia convocado por el Santo Padre.

Fue, al término de esta función religiosa, cuando comenzó a vivirse el momento cúlmen del día, con el regreso de la Virgen de la Misericordia a su barrio. A las nueve y media de la noche comenzaba a abandonar el cortejo el interior de las naves catedralicias, siendo multitud las personas que esperaban al palio en la plaza de las Pasiegas. No faltó gente a lo largo de todo el recorrido del cortejo, que prosiguió por Marqués de Gerona, Pescadería, Jaudenes, Alhóndiga, Recogidas, puerta Real, Ganivet, San Matías, Jesús y María, Ancha de Santo Domingo, Carnicería, Plaza Fortuny, Plaza del Realejo, Santiago, Jarrería, Molinos, Huete, Campo del Príncipe, Cuesta de San Cecilio, Plaza de San Cecilio, Placeta Cristo de los Favores. Llegaba a su capilla el paso de palio ya entrada la madrugada, tras vivirse emotivos momentos en algunos puntos del itinerario como fueron el paso ante las sedes de los templos de San Matías, Santo Domingo o el convento de las Comendadoras de Santiago.

La banda de Cornetas y Tambores de Jesús Despojado abría el cortejo, en el que participaron numerosas representaciones de hermandades de penitencia y gloria de la ciudad, siendo la Banda de Música Maestro Dueñas (del Puerto de Santa María), la que prestaba sus acordes al paso de palio. Precisamente la formación musical gaditana estrenaba nueva marcha dedicada a la dolorosa del Campo del Príncipe, titulada Danos tu Misericordia, y compuesta por Pablo Ojeda Jiménez. Tampoco faltaron, en distintos puntos del recorrido cantes a la Virgen de la Misericordia, como las saetas cantadas por el conocido cantaor flamenco Manuel Cuevas.

Bellamente vestida se presentaba la dolorosa en su paso de palio, en el que como nota curiosa aparecían dos cirios, uno con el escudo de la cofradía del Silencio (cuya advocación de Cristo también es de la Misericordia), y en otro el emblema que se ha fijado desde Roma para conmemorar el Año de la Misericordia que celebra en estos meses la iglesia en todo el mundo. También estrenaba la Virgen un rosario donado por un grupo de hermanas de la cofradía, de plata con las cuentas de color granate (provenientes del río Darro), una granada en plata y piedras preciosas y el remate de una reproducción del Cristo de los Favores de piedra del Campo del Príncipe. Además, la dolorosa también estrenaba un encaje de blonda de Caen del siglo XIX realizado a mano, donación de un grupo de hermanos y devotos de la Virgen. La propia cuadrilla de costaleros también quisieron ir de estreno, presentándose vestidos totalmente de blanco y estrenando una camiseta conmemorativa de esta salida procesional tan especial.

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