Cuando expira por el puente

El puente romano del Genil fue ayer protagonista con la salida de la cofradía de los Escolapios. Era el punto escogido por muchos para ver el paso de la hermandad que se ponía en la calle a las siete de la tarde y que, este año, era la tercera en pasar por la carrera oficial.

Difícil la salida del paso de Cristo de la hermandad desde el interior del templo de San José de Calasanz, y que no quisieron perderse los centenares de personas que se daban cita en las puertas del colegio. Siempre es muy difícil salvar el dintel de la puerta, y ayer lo hicieron los hombres de abajo, mandados por Agustín Ortega. Como cada año, la cofradía cuidó todos los detalles en su salida, engalanando incluso la fachada y cancela de salida del recinto colegial.

La Banda de Tambores y Cornetas de Jesús de las Tres Caídas acompañaba al paso de Cristo, hermosa talla realizada por Domingo Sánchez Mesa en 1944, estando vestida la dolorosa por Francisco Garvi. El exorno floral del palio, que en el año 2000 peregrinó desde Granada hasta Roma, también era de muy buen gusto este año. La Asociación San Isidro de Armilla seguía al esplendido manto que luce cada año María Santísima del Mayor Dolor, una de las joyas del bordado más interesantes de la Semana Santa granadina. Lolo Valenzuela era el capataz del paso de palio de la cofradía.

Entrada ya la madrugada regresaba la cofradía a la otra orilla del río Genil. ambién muchas personas acudieron hasta las puertas del colegio de los Escolapios para ver como se recogía la cofradía, recordando muchos los antiguos regresos cuando el río Genil no llevaba agua y en su lecho se encendían hogueras al paso de la hermandad.