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El Vía Crucis pasa a los pies de la Alhambra.
Cien años de Vía Crucis

Cien años de Vía Crucis

Sabor clásico a los pies de la Alhambra

Fernando Argüelles

Miércoles, 23 de marzo 2016, 02:55

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El año que viene cumple su primer centenario la Cofradía del Vía Crucis, primera de las que se fundan en Granada durante el siglo XX y que marca la revitalización del mundo cofrade en la ciudad. La corporación está inmersa en un programa extraordinario de actividades, emprendido hace unos meses, que durante todo este tiempo va a conmemorar tan importante aniversario. Por este motivo, fue ayer especial ya la salida procesional de la corporación, que en estos últimos años está además experimentando una gran revitalización.

La cofradía se ponía en la calle temprano, a las cinco de la tarde, demostrando una vez más el sabor clásico que la corporación ha adoptado y que tan de buen gusto es. Con gran esplendor la hermandad fue cubriendo todo su recorrido, con la sobriedad del paso de Jesús de la Amargura acompañado solo por la música de capilla, y el palio de Nuestra Señora de los Reyes, a la que prestó su música, con un cuidado y clásico repertorio, la Banda de los Ángeles de Granada, que volvió a demostrar ayer su gran calidad musical. Dejó bellos momentos la cofradía a su paso por las calles de la ciudad, dando un tono de sobriedad a esta jornada, en la que las otras tres cofradías adoptan un carácter más popular.

Pedía la venia en la calle Ganivet cercanas las ocho de la tarde, con un libro de venias que recogía para este año una ilustración de Ignacio Fernández-Aragón en la que figura el Cerro de San Miguel y su muralla, como menaje al arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas, fallecido este último año.

La calle San Juan de los Reyes, el Paseo de los Tristes y la Carrera del Darro fueron lugares de excepción para que muchos contemplaran el paso del cuidado cortejo de la corporación. El elegante y sobrio cortejo de la cofradía no pudo repetir la tradición del rezo de las catorce estaciones del vía-crucis en su retorno por la Carrera del Darro. El miedo a que apareciera la lluvia suprimió este acto en la calle, celebrándose en el interior de San Juan de los Reyes al llegar la cofradía.

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