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¿Está en Granada la primitiva túnica persa del Gran Poder?

¿Está en Granada la primitiva túnica persa del Gran Poder?

La cofradía granadina viajó a Sevilla el jueves

R. I.

Sábado, 18 de julio 2015, 00:17

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Reproducimos el reportaje publicado por nuestro compañero de ABC-Sevilla, José Javier Comas, sobre la investigación que la cofradía granadina del Gran Poder está llevando a cabo sobre la historia de la túnica persa de Jesús del Rescate. Con orígenes valencianos, unos estudios acercan su hechura a Rodríguez Ojeda mientras el Gran Poder descarta que sea la primitiva pieza.

Publicado en ABC:

Una investigación gestada desde Granada podría reescribir una parte importante de la historia del bordado en Sevilla. La hermandad del Rescate de la ciudad nazarí, asesorada por un grupo de expertos, permanece inmersa en el descubrimiento de la autoría de una de las obras bordadas más enigmáticas de la Semana Santa granadina: La túnica persa del Señor del Rescate. Una obra que guarda multitud de similitudes con la actual pieza homónima que posee la hermandad del Gran Poder y que guarda, por tanto, una estrecha relación con toda la obra del bordador Juan Manuel Rodríguez Ojeda.

En la tarde del pasado jueves, una comisión de la corporación granadina se traslado a Sevilla con la mencionada pieza para cotejar opiniones con el taller de bordados de Heredero de Caro y con la hermandad del Gran Poder. Pudiendo contemplarse, por unos momentos, las dos túnicas juntas en el salón de exposición de la corporación de la Madrugada.

Una obra maestra en Granada

Todo comenzó hace unos meses desde el seno de la corporación granadina. Con José Antonio Maroto a la cabeza, actual cofrade mayor, se iniciaba un proyecto de investigación en base a una túnica que siempre había generado dudas ante el aspecto final que poseía sobre la talla y sobre su dudosa autoría final, que recae desde su hechura en el taller valenciano de Justo Burillo.

Confeccionada en tisú color malva con hilos de oro entrelazados, la pieza ha sido catalogada desde los últimos meses por multitud de expertos como «una obra maestra del bordado», donde su magnífico diseño en estilo «mudéjar» y su calidad en los tejidos la convierten en una obra digna de estudio.

Por todo ello, la hermandad emprendió los trámites para dilucidar cuestiones que plantea la mencionada túnica, de la que se extraen una serie de preguntas: ¿Es realmente una túnica procedente del taller valenciano de Justo Burillo? ¿Porqué es casi idéntica a la túnica persa del Señor del Gran Poder? Si es así, ¿podría ser de Juan Manuel Rodríguez Ojeda? ¿Podría ser la primitiva túnica persa en tisú del Gran Poder?

Las claves de la túnica

Con hechos por delante, la pieza conserva detalles físicos que la asemejan en gran medida a la obra de Ojeda y a la actual pieza que viste al Señor de Sevilla en el periodo navideño. En primer lugar, y por ello la más llamativa, salta a la vista el tamaño completo de la pieza. Si fuera extendida al completo, sin ningún arreglo al vestir sobre la talla del Señor del Rescate, la túnica «queda excesivamente grande», según se esgrime desde la hermandad. Así, las medidas de la talla granadina alcanzan apenas 1, 70 metros de altura, a diferencia de la pieza bordada que es tres tallas mayor que el resto de túnicas que componen el ajuar del Señor. Por ello, la obra presenta multitud de desperfectos, sobre todo en los hombros, por su recogido a lo largo de los años debido al gran tamaño que ostenta.

Otro de los detalles se encuentra en el bordado y tejido. Con un rico color malva, la pieza compone un tisú final con hilos de oro entretejidos que dan un carácter dorado a la pieza, según el punto desde donde incida la luz. A ello se le suma el estilo de bordado. Un diseño de líneas geométricas y mudéjares que componen un claro ejemplo del bordado llamado por tradición, persa.

Desmontando a Justo Burillo

Identificada en Granada a lo largo de los años como una pieza contratada al artista valenciano Justo Burillo, a principios de 1931, desde el Rescate se pretende averiguar la autoría final de la obra tras las dudas generadas en los contratos y plazos fijados con el el taller levantino. Todo ello tras las investigaciones desarrolladas por la doctora en historia del arte, Carmen Rodríguez de Cano.

Como dato a destacar, la obra es encargada por la corporación granadina el 29 de enero de 1931 a los talleres de Justo Burillo por parte del Cofrade Mayor de la época, Ramón de Contreras. En el mismo se detalla que se realice una túnica «en tejido de jiraspe morado, la cual tendrá un bordado de cincuenta y cinco centímetros de ancho en el borde inferior en el precio de diez mil pesetas», medidas menores a la actual señalan los cofrades del Rescate.

Posteriormente, el Lunes Santo del 30 de marzo del mismo año, el Señor saldría en procesión con la mencionada túnica. Un hecho «sorprendente» para expertos y hermanos de la corporación, ya que en apenas dos meses del cierre del contrato, la pieza fue concluida y estrenada. Por ello, días antes del 3 de mayo de 1931, Burillo expone a la hermandad «el verdadero coste de la túnica» que son 2.000 pesetas más al precio inicialmente fijado. Todo debido al aumento aleatorio del bordado por parte del taller valenciano que consideraba «incompleta» la obra, según cartas remitidas desde Valencia a Granada, una reforma nunca aprobada en cabildo por el Rescate. Un 60% más del bordado inicialmente acordado, ampliado por mera voluntad del taller, pidiendo solo un 20% de dicho aumento.

¿Entregó Justo Burillo una túnica ya finalizada anteriormente?

Muchos indicios conducen a una hipótesis positiva ante la cuestión mencionada anteriormente. Como datos a destacar, gracias a los contactos de Rodríguez de Cano con el valenciano, Ciriaco Ruiz, poseedor de gran parte del inventario contractual de Burillo y antiguo trabajador del desparecido taller levantino, es sabido que la casa valenciana alcanzó cotas elevadas de prestigio en el panorama internacional del tejido y arte ornamental, recibiendo premios dentro y fuera de nuestras fronteras. Un taller que «realizaba piezas de gran valor artístico pero ninguna parecida a esta túnica persa», comenta Rodríguez de Cano. Además de ello, la historiadora argumenta que «el taller valenciano era expendedor, sobre todo, de tejidos y telas». Hechos que plantean serias dudas a la autoría final de Justo Burillo.

¿Es de Rodríguez Ojeda?

Por todo ello, uno de los planteamientos reflejados es su posible relación con el taller de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. Con unos bordados «claramente sevillanos» según esgrimen expertos como Andrés Luque Teruel que asegura que «la pieza granadina plantea grandes posibilidades de alcanzar una autoría juanmanuelina».

Mencionada anteriormente, la túnica es estrenada en 1931, a diferencia de la muerte del bordador sevillano en 1930. Un hecho que plantea la duda de sus orígenes sevillanos pero que lanza cuestiones que argumentan su posible teoría.

Por un lado, el historiador Andrés Luque Teruel comenta que los talleres de la época, con Juan Manuel a la cabeza utilizaban la venta de piezas ya bordadas con empresas de tejidos como moneda normal de intercambio para abaratar los costes. Hecho que pudo llevar a Valencia la actual pieza que se conserva en Granada. «Es sabida la gran relación contractual que Justo Burillo mantenía con Rodríguez Ojeda. Era su principal abastecedor de tejidos». Por otro lado, Luque Teruel refleja la tendencia a la repetición de modelos en piezas muy diversas del propio Juan Manuel. Donde mezcla modelos muy parecidos en obras como los mantos del Rosario de Mairena y el Mayor Dolor de Algeciras o los palios de los Judios de Huelva y el de las Angustias de Aznalcázar. Con ello, bajo el control de la investigación de Carmen Rodríguez de Cano, la teoría «juanmanuelina» cobra cada vez más fuerza, pero lanza una nueva pregunta al aire. ¿Cuál es el verdadero origen de aquella túnica?

¿Podría ser la primitiva túnica persa del Gran Poder?

Tras las conclusiones extraídas anteriormente, y en el supuesto caso de que Rodríguez Ojeda realizara esta túnica, surge la siguiente pregunta: ¿Para quién la hizo y con que motivo? Es sabido que la hermandad del Gran Poder estrena en 1908 la conocida como «túnica persa». Una pieza que revolucionó el mundo del bordado, impresionando en su estreno y no convenciendo a algunos por su atrevimiento en el año de su puesta en la Madrugada del Viernes Santo.

Una pieza que sería retirada poco después, tomándose la decisión de no procesionar más con ella. Posteriormente sería pasada a terciopelo en color morado en 1920, según consta en las actas de la corporación, bajo donación de un ex-hermano mayor. Ante esto y el estudio de la túnica procedente de Granada, aparece, por tanto, la posibilidad de que esta fuera la primitiva túnica persa de tisú que procesionara en 1908 con el Señor del Gran Poder. Al menos, eso defienden algunos expertos con diversas teorías.

El gran tamaño de la pieza, asemejada a la talla del Señor de Sevilla (1,82 metros), el tejido original (muy similar al descrito en la autoría de Rodríguez Ojeda en 1908), el dibujo casi parejo a la actual túnica que esta en San Lorenzo (el de Granada es algo menos rico y voluptuoso) y la clara hipótesis de que Juan Manuel pusiera su alfiler en la obra granadina, son argumentos que manejan algunos expertos para dar vía libre a esta tesis nada lejana de la realidad.

Por otro lado, Andrés Luque vuelve a señalar varias vías para sacar conclusiones a este debate. Los finos bordados de la túnica del Gran Poder, al puro estilo de trabajo sobre tisú y no en terciopelo, pueden dar pistas de su pasado de un tejido a otro, como así cuentan los contratos de la corporación de la Madrugada. Pero, también reseña que «Rodríguez Ojeda era muy dado a la conservación de piezas originales en vez de su nuevo pasado, como así ocurrió con el palio rojo de la Macarena, existiendo la posibilidad de que volviera a bordar, poco después y mucho más enriquecida, lo que hoy conocemos como la túnica persa en terciopelo». ¿Podría ser un antecedente a la actual persa? ¿Podría ser una copia de Juan Manuel Rodríguez Ojeda?

Otro aspecto a destacar lo ofrece Carla Elena, del taller de Herderos de Caro, que indica que «es muy difícil pasar un bordado de un tisú de estas características a otro soporte, ya que habría que destrozar la túnica, incluyendo la posibilidad de que sea una pieza anterior, y distinta, a la túnica tisú originaria del Gran Poder» . Detalle que puede argumentar el posible cambiazo de Ojeda o la propia copia de la actual túnica persa del Gran Poder.

A ello se le suma su teoría de que el Señor saliera desde aquel momento (1910) con la túnica lisa, como hoy lo conocemos en la actualidad. Según Luque Teruel existe la posiblidad de que «cuando la hermandad rechaza la túnica tisú de Juan Manuel, ese hecho motivara a que el Señor ya fuera siempre de liso», uniéndose a la propuesta de aquellos años del propio José Gestoso, gran impulsor de esta idea que llevó a lucir de liso a la imagen a excepción de los años 1913, 1914, 1920 y 2008.

La hermandad del Gran Poder niega la teoría de que esta fuera la original túnica persa que ideara Rodríguez Ojeda. Para ello argumenta detalles de diferencia entre unas pieza y otras que pueden desmontar este supuesto. Entre ellos el círculo que rodea a la corona y el alfa y omega de las dos túnicas. Mientras que en la granadina es una circunferencia casi perfecta, en la de Sevilla es un claro óvalo. Otra de las razones que argumenta la corporación sevillana para refutar esta teoría es que el bordado de la túnica del Gran Poder es mucho más rico que el de la de Granada. Pero, el detalles fundamental, estriba en que la túnica granadina no tiene agujero para la sujeción de la cruz en el hombro izquierdo, ya que no existe constancia de un cambio de sujeción.

Completando este hecho con la diferencias entre algunas partes del bordado en ambas obras. Así, expertos como Carmen Rodríguez de Cano señalan que «si Rodríguez Ojeda fuera su autor, pudo enriquecer el diseño entre una túnica y otra».

El Rescate, en busca de patrocinio

Con todo ello, la hermandad del Rescate busca la posibilidad de encontrar algún patrocinio que lo lleve a poder solventar la costosa restauración que se plantea a partir de ahora. Consultando a talleres expertos y con larga trayectoria, como Herederos de Caro, estos cofrades de Granada quieren alcanzar el sueño de aclarar la autoría y el origen de su túnica. Una obra que podría ser la primera documentada de Rodríguez Ojeda en la capital nazarí.

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