Edición

Borrar
Los 'Ferroviarios' abren la tarde del Viernes Santo

Los 'Ferroviarios' abren la tarde del Viernes Santo

La cofradía sigue avanzando en la reforma de sus pasos

Fernando Argüelles

Sábado, 4 de abril 2015, 01:37

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde la parte nueva de la ciudad llegó la cofradía de Los Ferroviarios. Acababa de recogerse, en la iglesia de Santo Domingo, el paso de la Soledad cuando en la Avenida de la Constitución comenzaba a ponerse en la calle esta cofradía fundada en el año 1953.

La cofradía se ponía en la calle desde la puerta lateral que hace unos años levantaba la cofradía para dar mayor realce a la puesta en la calle de la corporación. Recibe la corporación el sobrenombre popular de Los Ferroviarios porque en sus orígenes estuvo impulsada por los trabajadores de trenes y ferrocarriles. Precisamente en sus orígenes jugó un importantísimo papel la Hermandad Católica Ferroviaria.

Siguiendo a su origina cruz de guía, en la que aparecen representados distintos símbolos de la pasión de Cristo como las escaleras con que lo bajaron del a cruz, la lanza del soldado Longinos o las tenazas con las que le quitaron los clavos, los nazarenos iban recorriendo el amplio boulevar de la Avenida de la Constitución, dejando a su paso curiosas instantáneas al pasar el cortejo junto a las estatuas de personajes famosos granadinos aquí existentes. El paso de Cristo sigue en fase de remodelación, y así este Viernes Santo lo hemos podido ya ver más avanzado, con el barnizado en caoba del mismo, lo que resaltaba aún más la figura del Crucificado que en los años ochenta realzara Antonio Díaz. Acompañaba al paso la Banda de Cornetas y Tambores Flor entre Espinas de la localidad de Loja, una de las pocas formaciones musicales de la provincia participantes en la capital en los días de esta Semana Santa.

Su cortejo, con calor en nazarenos y público ante una estupenda tarde de Viernes Santo, fue recorriendo el amplio bulevar de la Avenida de la Constitución y la céntrica Gran Vía para buscar la calle San Matías y llegar a la carrera oficial a las siete y media de la tarde. En la organización del cortejo había un cambio este año, ya que desaparecía el tramo de nazarenos que iban precediendo al palio de la dolorosa y que llevaban el capillo rojo (al igual que las vueltas de las capas). Estos hábitos se han mantenido para los portadores de insignias y escoltas con varas.

Continúa, también, la cofradía trabajado en su paso de palio, que confiamos que en pocos años esté completado para acoger toda la belleza de la dolorosa del siglo XVIII al que da culto la hermandad. La original crestería del palio, y el bello exorno floral, ayudan a dar hermosura al conjunto, a pesar de que aún no está concluido. Acompañaba al palio la formación musical que adopta el nombre de la dolorosa de la cofradía, la Banda de Música de Nuestra Señora del Amor y el Trabajo-Ribera del Genil, paso mandado por Óscar Jiménez. En el paso de Cristo el capataz era Antonio Tercero.

Con muy buen trabajo costalero en ambos pasos, llegó el cortejo a la Plaza de las Pasiegas a las ocho y media de la tarde, tras recorrer calles en las que nuevamente granadinos y visitantes arroparon con su presencia a esta cofradía, así como al resto de las hermandades que salieron en esta espléndida jornada del Viernes Santo. Tras realizar su estación de penitencia, comenzaba el regreso hasta su templo. Un largo recorrido el de esta cofradía, que finalizaba entrada ya la madrugada y tras haber pasado por las mismas puertas de la basílica de San Juan de Dios, con la que tan buenas relaciones tiene la corporación de la parroquia de San Juan de Letrán y momento en el que se vivieron unas emotivas chicotás dadas por los pasos.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios