Edición

Borrar
La hermandad de las Lágrimas de Guadix presenta uno de los cortejos más nutridos.
Jueves Santo de Gloria en toda la provincia

Jueves Santo de Gloria en toda la provincia

Las hermandades de las localidades granadinas celebraron sus desfiles procesionales en un ambiente inmejorable

R.I.

Viernes, 3 de abril 2015, 01:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un Jueves Santo de Gloria en todas las localidades de la provincia de Granada, donde el buen ambiente y el trabajo de las hermandades en sus respectivos desfiles procesionales han logrado que la jornada de ayer entre por derecho porpio en la historia granadina.

Guadix

Llaves y lágrimas en la noche accitana

La noche del Jueves Santo el paso del Nazareno llegó, un año más, hasta las puertas del convento de las clarisas de Santiago. Son las mismas puertas que defendió de las tropas napoleónicas y que cada año la hermandad y la comunidad de religiosas recuerda con la imposición de llaves. Este año, la persona encargada de subir hasta la peana fue Miguel Ángel Ochoa, hermano mayor de la cofradía cuando se estableció esta costumbre de recordar el episodio histórico. La cofradía había partido minutos antes de la iglesia de Santiago. El paso del nazareno se presentó en la calle con la vara de hermano mayor cruzada en el frontal con crespón negro, en recuerdo por Guillermo Cambil, hermano de la refundación de la hermandad a mediados del siglo pasado y uno de sus primeros hermanos mayores. A los sones de la marcha 'Requiem' interpretada por la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Expiración de Huéscar, se recordó a todos los hermanos difuntos, entre ellos a José Ramón López. Los costaleros del Nazareno también rezaron por la pronta recuperación de sor Patrocinio, una de las hermanas clarisas que guarda clausura en el cenobio de Santiago.

Víctor Pérez Guirado tuvo un año más la enorme responsabilidad de poner en las calles a una de las imágenes que más devoción despiertan en la Semana Santa. Junto a él también se encontraban como contraguías Tato Espínola y Norberto Ochoa. La fachada de Diego de Siloe es siempre una dificultad para este paso. Las jambas dejan escasos centímetros a los lados para que el paso pueda salir a la calle.

El barrio de Santiago seguía siendo protagonista de la noche del Jueves Santo. Tan pronto como el Nazareno abandonaba el compás de la iglesia, bajo el balcón del palacio de Peñaflor ya aparecían los primeros nazarenos de la hermandad de las Lágrimas. Uno de los cortejos más nutrido de la Semana Santa accitana tiñó de azul intenso la noche del jueves accitano. La hermandad asegura poner en la calle un cortejo de ochocientos hermanos.

Las filas de nazarenos vestidos con hábitos de damasco de la hermandad se antojan interminables hasta llegar al tramo de camareras que precede el paso de la Virgen de las Angustias. Nuevamente flor blanca dispuesta de forma clásica y nuevamente el trabajo del vestidor José Manuel González resaltaba aún más la belleza de la dolorosa de Castillo Lastrucci. El palio guiado por Iván Yeste, Victor González y José Fernando Peralta tenía previsto llegar a su templo a la una menos veinte de la mañana. Estuvo acompañada por la Agrupación Musical San Indalecio de La Cañada (Almería)

A esa hora de la noche se vestía de sus colores más lúgubres como presagio de la jornada del Viernes Santo. El Cristo de la Luz tenía previsto a las doce de la noche convertirse en el centro de todas las miradas en la Procesión del Silencio. También esta hermandad recuerda un episodio de la Guerra de Independencia y, según el cual, la imagen permaneció oculta e iluminada durante toda la contienda por una lamparilla de aceite. Cerraba la madrugada del Viernes Santo la Cofradía de la Obediencia, que insistía en vestir de luto la madrugada del Viernes Santo. Al cierre de esta edición, la cofradía tenía previsto regresar a su templo a las 03:30 horas.

Loja

Fervor al paso de la Santa Vera Cruz y Los Favores

Loja vivió enfervorecida las dos procesiones del Jueves Santo. La de la tarde, la de la Santa Vera Cruz, volvió a extender su largo desfile desde su barrio de San Francisco hasta el centro histórico, mientras que la de la Iglesia de Santa Catalina, en el Barrio Alto, encendió en la madrugada esas hermosas llamas, las de los hermanos que acompañan al Cristo de Los Favores en casi total oscuridad. La Real Cofradía de la Santa Vera Cruz, Jesús Preso y Nuestra Señora de los Dolores salió a media tarde de su sede canónica, la Capilla de la Sangre, con más de quinientas personas entre tambores, mantillas, penitentes y la siempre esperada 'corría' de los incensarios blancos, con sus ocho jóvenes miembros, que dedicaron sus saetas y danzas ante las tallas de la hermandad. La procesión del barrio -como todo el mundo la conoce- concentró a millares de vecinos por su largo y dilatado recorrido. Con tres de los tronos más hermosos y trabajados de la Semana Santa de Loja, la Santa Vera Cruz se hizo disfrutar por cada esquina del recorrido, con complicadas maniobras de los horquilleros a órdenes de los postores, y ofreció momentos especialmente hermosos para el público sobre el puente viejo y ante la tribuna oficial, junto al Palacio de Narváez.

Y de la procesión de la Sangre a la del barrio Alto. Los lojeños, acostumbrados a enlazar tarde, noche y madrugada para ver a sus cofradías, volvieron a esperar la salida y trayecto de la Cofradía del Santísimo Cristo de los Favores, que salió casi a las 12 de la noche del templo 'teoletero'. Los Favores, hermoso y emocionante en la oscuridad, hizo su recorrido, de algo más de tres horas pero intensamente vivido por los vecinos, que esperan momentos de tradición como el 'golpe' de los incensarios en las Cuatro Esquinas o la siempre espectacular bajada por la calle Tamayo. Y, de fondo, los vibrantes e intensos golpes de los Tambores Negros marcando el ritmo de Cristo en la cruz -hecho por el imaginero Nicolás Prados en 1944- y dando solemnidad y sobriedad a esta procesión, cuya cofradía surgió en 1956. Intenso el Jueves Santo de Loja, una vez más.

Baza

El Nazareno, la Esperanza y el Cristo de los Méndez

Ayer fue día grande en la Semana Santa, con los desfiles procesionales de Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Esperanza y el Cristo del Amor y, para finalizar la noche, el Cristo de los Méndez. Cada una de estas tres cofradías, realizaron sus estaciones de penitencia, siendo la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de la Victoria en su Pena y Dolor, la primera en salir. Aunque de momento solo lo hace con un paso, el del Nazareno, mientras llega el año que también salga la Virgen de la Victoria. El señor de Baza, como es habitual en todas las salidas procesionales de la Semana Santa bastetana, congregó a cientos de personas que después fueron miles a lo largo de su recorrido.

La estación de penitencia de ayer tuvo momentos muy emotivos. El primero de ellos, el recuerdo para el cofrade José Antonio García Sarabia, fallecido repentinamente hace unos días. Pero no fue el único momento de emotividad, sobre todo para la protagonista del segundo hecho destacable. El indulto que por tercer año consecutivo ha logrado la cofradía del Nazareno y que ha sido para una mujer, M.M.A. Ayer, ya en libertad, participó en la estación de penitencia y marcho detrás del penitente que portaba el pergamino con su indulto. La persona indultada, es una mujer de 38 años, vecina de Granada y que ha cumplido parte de su condena en el Centro Penitenciario de Albolote, después de haber pasado por una prisión en Venezuela por un delito contra la salud pública. Su familia consiguió que pasara a cumplir condena en España, donde ha seguido interna, habiendo cumplido más de la mitad de la pena. Y ahora ha sido indultada. El hermano mayor de la cofradía del Nazareno, Pedro José Carrión Encinas, además de dar las gracias al subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez y demás personas e instituciones que han contribuido al indulto, mostró la satisfacción de la cofradías y la alegría generalizada porque M.M.A ya disfrute con su familia de la libertad que ha conseguido también ella con su trabajo y buen comportamiento. El Nazareno completó su estación de penitencia según el horario previsto, siendo acompañada la imagen por decenas de personas para pedirle algo o en cumplimiento de alguna promesa. La parte musical estuvo a cargo de la agrupación Nuestra Señora del Rosario de Crevillente. La Real e Ilustre cofradía de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan Evangelista fue la segunda hermandad en salir a la calle en la tarde del Jueves Santo. La corporación que preside José María Manzano Corbalán volvió a sobreponerse a las dificultades y rumores y realizó con total dignidad su estación de penitencia. El acompañamiento musical estuvo a cargo de las Banda de Cornetas y Tambores Flor entre Espinas de Loja y la Banda Municipal de Música de Escañuela (Jaén). Mientras el Nazareno y la Esperanza realizaban sus respectivos desfiles procesionales en la calle, mucho público volvía un año más a pedir que ambas cofradías, vuelvan a desfilar juntas como lo hacían hace años.

La tercera procesión, fue la de la Real Cofradía del Santísimo Cristo de los Méndez, culminando una intensa Cuaresma llena de actividades. La solemne procesión del Cristo de los Méndez estrenó anoche cuatro cetros de madera con el nuevo escudo de la cofradía, donde la corona real, tiene más protagonismo . Han sido realizados en el bastetano taller de Hijos de Esteban Jiménez. La procesión de ayer fue la despedida del hermano mayor del Cristo de los Méndez, Ángel José Martínez Bocanegra.

Motril

Un esfuerzo que se entiende y agradece

En Motril, con una ciudad llena de visitantes, el público se tuvo que repartir desde la tarde de ayer y hasta la ya madrugada del Viernes Santo en tres escenarios distintos para presenciar la comitiva procesional. Un año más, la Hermandad de Penitencia de Nuestro Padre Jesús de Pasión abriría el Jueves Santo desde el altozano del Cerro de la Virgen de la Cabeza; en este enclave, además, el cortejo se despliega en todo su esplendor antes de que Jesús, en su tercera caída, se asome a la puerta del Santuario y la cuadrilla se eche al suelo para poder sortear las reducidas dimensiones del pórtico mariano. Un esfuerzo que el público sabe entender y agradecer, al igual que en el regreso de la imagen apenas minutos antes de la media noche. Hubo que destacar tanto el orden y la formación de toda la comitiva, el mimo de la presentación de sus elementos pasionistas y el trabajo de la terna formada por Sergio Segura, Rafael Fernández y José Santiago, para hacer posible el caminar del portentoso Cristo por las calles de un Motril abarrotado.

Almuñécar

Un guiño a la propia historia

Cuando los cofrades sexitanos se refieren a la cofradía de San Juan, se está haciendo un guiño a la propia historia de la pasión en Almuñécar; y dentro de ella hay un hueco muy especial para la devoción hacia quien mejor arropó a María en los instantes más trágicos de la muerte de Cristo. Por eso mismo, es de tanta importancia la puesta en la calle del imponente Misterio de la Venerable y Antigua Cofradía de Penitencia del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, María Santísima de la Amargura y San Juan Evangelista; una singular representación iconográfica que ayer inauguraba la densa y espectacular del Jueves Santo en la ciudad. De nuevo, la soberbia ejecución del trono procesional, su elegante y muy discreta armonización floral y el andar cadencioso de sus horquilleros volvieron a imprimir al conjunto una más que hermosa puesta en la calle. Habrían de pasar muchas horas para que los guardabrisas comenzasen a iluminar al Crucificado, a su madre y al veneradísimo San Juan.

La cofradía, que preside Inmaculada Corral, cumpliría su cometido penitencial de manera soberbia en el marco de un pueblo entregado ayer a su Semana Santa y, era una evidencia, desbordado de visitantes.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios