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Paciencia y Penas, sabor clásico a la tarde

Paciencia y Penas, sabor clásico a la tarde

Desde San Matías la cofradía va creciendo año tras año

Fernando Argüelles

Jueves, 2 de abril 2015, 02:20

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La cofradía de Paciencia y Penas hizo a la calle San Matías ayer protagonista, y no mera espectadora. Como siempre, la salida del templo de San Matías fue difícil, tanto por las dimensiones de la puerta como por los escalones que tenían que salvar los costaleros para poder poner el paso en la calzada de la calle. No extraña, por tanto, que centenares de personas llenaran hasta el último rincón de las inmediaciones de este templo imperial para no perder detalle de la puesta en la calle de la cofradía.

Ha estrenado la cofradía este año más túnicas de nazareno, tras renovar las mismas el pasado año, completando además los ricos juegos de dalmáticas del cuerpo litúrgico de ambos pasos. Los nazarenos de túnicas moradas en sarga con cíngulo de oro y capa blanca y capillo morado fueron poco llenando toda la calle, de tal forma que estaba llegando ya la cruz de guía al inicio de la carrera oficial cuando estaba aún poniéndose el cortejo en la calle.

El paso de Cristo, mandado por Gerardo Sabador Manzano, volvió a contar un año más con el acompañamiento musical de la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella, que volvió a interpretar un rico repertorio en el que estuvieron muchas composiciones dedicadas a cofradías granadinas, e incluso a esta misma de Paciencia y Penas, como la marcha 'De San Matías ¡al cielo!', estrenada el pasado año. Estaba el paso de Jesús de la Paciencia adornado con clavel rojo e iris morado en los pebeteros de las esquinas.

Si duro fue el esfuerzo de los costaleros del paso de Cristo en la salida, mayor aún el de los costaleros del palio, a las órdenes de Jorge Mario Martín. Se presentaba este año el palio con el adorno de rosas y fresias blancas, contando con el acompañamiento de la Agrupación Musical San Isidro de Armilla.

Y si masiva fue la afluencia de público a la salida de la cofradía, mucha gente también acompañado a la cofradía en su regreso por la calle Rosario y la propia San Matías. A pesar del esfuerzo de las horas, los costaleros trabajaron las numerosas marchas interpretadas por las bandas participantes, viviéndose momentos de emoción en una hermosa noche cofrade.

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