Silencio blanco para el Domingo de Ramos

El barrio Fígares vibró ayer con la salida a la calle de su cofradía. Desde la calle Músico José Ayala Canto partía la hermandad de Jesús Despojado, este año quince minutos más tarde de lo que era su horario habitual años atrás. El sonido del muñidor que antecede a la cruz de guía llamaba al recogimiento ante este cortejo serio de nazarenos blancos. Desde su propia casa de hermandad partía la cofradía, con un cortejo extenso y silente de nazarenos, que tienen la particular penitencia de no poder volver la mirada hacia atrás durante toda la estación de penitencia. Por estas muestras de seriedad en su cortejo, la cofradía recibe el sobrenombre de silencio blanco, como ocurre con la hispalense de la Amargura.

La calle Músico José Ayala sé llenó de gente para acompañar a la cofradía, al igual que ocurría en otros puntos del recorrido, como su paso por delante de la iglesia del Santo Ángel Custodio, donde esperaba una representación de la cofradía de San Agustín, viviéndose un emotivo encuentro entre las dos hermandades. En la carrera oficial entraba el cortejo a las nueve menos cuarto de la noche, ya con un cielo prácticamente oscurecido. Estrenaba este año la cofradía la última de las alegorías eucarísticas que figuran en las esquinas del paso, reproducción de las realizadas por Pedro Dique Cornejo para el monasterio de la Cartuja de Granada, y que han sido realizadas por Alberto Fernández Barrilao y doradas por Cecilio Reyes. También se ha estrenado la pértiga, realizada por Alberto Quiros sobre diseño de Ignacio Fernández-Aragón, persona además encargada de vestir a las distintas figuras que componen el paso de misterio de la corporación.

Dionisio Martínez mandaba el paso que, lógicamente, volvió a contar con el acompañamiento musical de la banda de tambores y cornetas propia de la cofradía. Fue la última cofradía en recogerse en ésta jornada, ya pasada la media noche. Numerosas personas la acompañaron en las últimas calles de su recorrido. Posiblemente este haya sido uno de los últimos años que la hermandad haya salido a la calle con un solo paso, ya que la ejecución del palio de María Santísima del Dulce Nombre va muy avanzado y en un corto periodo de tiempo estará también en la calle.

El paso de misterio estaba exornado con clavel rojo sangre, sin faltar flores diversas en la horquilla de la cruz y astromelias a los pies de María Magdalena, situada al fondo del paso cerrando la escena que se recoge en este misterio, que recordamos participó hace unos años en el viacrucis organizado en Madrid, ante el Papa Benedicto XVI, con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. Uno de los momentos más emotivos de su estación de penitencia volvió a vivirse al pasar el cortejo por el convento del Santo Ángel Custodio, en la calle San Antón, donde esperaba una representación de la cofradía de San Agustín, que hoy realizará su estación de penitencia. Allí sonaba la marcha Mara, dedicada a la Virgen de la Amargura, y los costaleros realizaban un formidable trabajo, muy aplaudido por el públioco.