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El Realejo, protagonista

El Realejo, protagonista

La cofradía de la Santa Cena volvió a ponerse en la calle con la expectación que cada año su salida supone

Fernando Argüelles

Lunes, 30 de marzo 2015, 01:55

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La primera cofradía del barrio del Realejo, la de la Santa Cena, volvió a ponerse ayer en la calle con la expectación que cada año su salida supone. Centenares de personas llenaron la Plaza de Santo Domingo para ver el trabajo costalero, medido y preciso, con el que las cuadrillas de la hermandad salvan las dificultades de la puerta del templo. El paso de misterio lo hacía a los acordes de Amor de Madre, interpretados por la banda de Cornetas y Tambores Jesús del Gran Poder, que es la que desde hace ya algunos años acompaña a la corporación cada Domingo de Ramos. El paso de misterio despertó la admiración y el aplauso del público a lo largo de todo su recorrido, lo mismo que pasaba con el palio, siendo José Manuel Rodríguez el capataz general de la cofradía.

Con la salida de la Santa Cena se llenó del sabor cofrade estos días las calles del barrio del Realejo, uno de los que mayor protagonismo tiene durante toda la semana. Las calles Pavaneras, Santa Escolástica o San Matías fueron un reguero de gente para contemplar este cortejo procesional, en el que tal vez se siga necesitando mayor participación de hermanos vistiendo la túnica nazarena. Entre las filas de los mismos aparecían representaciones de las cofradías de la Esperanza y el Santo Sepulcro, estando el Ayuntamiento representado por al edil María Francés vistiendo bella mantilla negra delante del paso de palio de María Santísima de la Victoria, que a los sones de la marcha Campanilleros llegó a la tribuna oficial de la calle Ganivet.

Ya en la Plaza de las Pasiegas se rezaba la estación penitencial, en compañía del arzobispo de Granada Francisco Javier Martínez. Hasta allí llegaba el cortejo tras recorrer unas calles de la carrera oficial llenísimas de gente, y es que otro año más una de las notas que han caracterizado a la jornada del Domingo de Ramos ha sido, precisamente el gran número de público que llenó todas las calles de la ciudad. Y si mucho público había acompañado a la cofradía en su ida a la Catedral, lo mismo pasaba en el regreso, ya fuera en amplias calles como la Gran Vía, o en otras más recogidas como Jesús y María o la plaza de San Juan de la Cruz, donde la cofradía saludaba a la del Nazareno, como ya es tradicional. Ya en la la medianoche regresaba nuevamente la plaza de Santo Domingo junto a una marea humana que desembocaba en la plaza desde la calle Ancha de Santo Domingo, donde los costaleros realizaron un cuidado trabajo y se vivieron emotivas chicotás delante de los dos pasos. Y si el paso de misterio cautivo a todos, el palio de María Santísima de la Victoria no se quedó atrás. Con un bellísimo exorno floral a base de clavel blanco, entremezclado con flexia y espigas de trigo y flor de era, el característico y original palio de esta cofradía fue cautivando por todos los rincones de la ciudad por los que pasó, contando este año con el acompañamiento musical de la Banda Ángeles de Granada, bajo la dirección de Manuel Elvira. Precisamente este año se cumple el 75 aniversario de la incorporación de María Santísima de la Victoria a la hermandad, una efemérides que trae consigo, entre otros actos, una salida extraordinaria de la dolorosa el próximo mes de octubre, por lo que no habrá que esperar al Domingo de Ramos de 2016 para volver a verla en la calle.

Con la recogida de la hermandad en el templo dominico, el Realejo queda ya esperando la salida hoy de la cofradía del Huerto de los Olivos, sin lugar a dudas una de las más especiales de toda la Semana Santa de 2015.

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