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El principio del fin

El principio del fin

La Borriquilla abrió, desde el Perpetuo Socorro, los días grandes

Fernando Argüelles

Lunes, 30 de marzo 2015, 01:45

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Había ganas de Semana Santa en la calle y las inmediaciones del templo del Perpetuo Socorro era un hervidero de gente desde las primeras horas del mediodía e, incluso, cuando faltaba una hora para que la cruz de guía que abre la Semana Santa granadina se pusiera en la calle ya había gente ocupando los primeros lugares para no perder detalle. Este año, además, se puede haber asistido a una salida histórica, la última de la cofradía desde este templo, ya que si todo marcha según los plazos esperados, la Semana Santa de 2016 podría ser la de la vuelta de la cofradía a su templo-sede de San Andrés, en la calle Elvira. Si esto ocurriera, ayer se habría puesto punto y final a más de década y media de exilio de la hermandad de su templo.

Una vez más la tradición volvió a cumplirse y el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, recibía la llave que abre la Semana Santa de manos de los hermanos de la cofradía de Santa María de la Alhambra. La tradición, una de las más consolidadas ya en el Domingo de Ramos, marcaba el momento exacto del inicio de la Semana Santa. A las cuatro de la tarde el alcalde llamó en la puerta del santuario del Perpetuo Socorro, siendo recibido en su interior por el arzobispo de Granada, Francisco Javier Martínez, el presidente de la Federación de Cofradías, Jesús Muros, y el hermano mayor de la cofradía de La Borriquilla, Eugenio Almohalla. A partir de ese momento comenzó a salir del interior del templo un extenso cortejo, que no deja de crecer cada año. También se daban cita en el templo de los redentoristas el vicepresidente de la Federación de Cofradías, distintos miembros de su junta de gobierno, el delegado del Domingo de Ramos, el hermano mayor de Santa María de la Alhambra Coronada, representaciones del ejército, el jefe del MADOC Dentro del templo, el Arzobispo se dirigió a los hermanos, teniendo en sus palabras agradecimiento por el buen tiempo que se espera disfrutar durante los próximos días, a la par que llamaba a todos a encontrarse con el amor de Cristo en estos días de Pasión.

Miles de personas acompañaron, a las puertas del templo redentorista, la salida de la hermandad, que a los sones de la Agrupación Musical de la Estrella recorrió con total normalidad todo su recorrido procesional. Virgen de la Hiniesta fue una de las primera marchas en sonar en la salida del paso de misterio. Muy bueno el trabajo realizado por los costaleros de la cofradía, cuyo capataz general es Alberto Ortega, tanto con el paso de misterio como con el paso de palio. La Virgen de la Paz era saludada con el cante de una saeta antes de ponerse en la calle, interpretando la Banda de Música de Atarfe Mater Mea antes de que los varales cruzaran la puerta de salida, y la marcha Como Tu, ninguna nada más cruzar el dintel del Perpetuo Socorro. Por cierto que en el entrecalle del palio se podía ver este año una pequeña imagen de la Virgen de las Nieves Coronada, Patrona de la localidad de Gabia. Antes de salir la cofradía se tuvo un recuerdo a Miguel Civantos, persona muy vinculada a esta hermandad, de la que fue capataz y vestidor, y que fallecía recientemente. La primera llamá en el paso de misterio la daba el arzobispo granadino mientras que en el palio lo hacía el alcalde, quien recordaba la hermosura de Granada en los días de Semana Santa.

La calle San Juan de Dios, en ese momento, era ya todo un hervidero de gente que se prolongaba hasta bien entada la calle Elvira. Nuevamente, al pasar por el Arco de Elvira se vivió uno de los momentos más bellos del recorrido de la cofradía. Si el año próximo la corporación volviera a salir de San Andrés, pasaría ya por este lugar en sentido inverso a como lo ha venido haciendo en estos últimos años. Iban acompañando al corte representaciones de las cofradías del Resucitado, Estudiantes y el Perpetuo Socorro, así como el edil de Juventud Juan Francisco Gutiérrez en representación del Ayuntamiento.

Muy cuidado el exorno floral del paso de palio, con clavel, rosas, calas, minicalas y astromelia, todo de color blanco y estrenándose, en el de misterio, el dorado de las dos esquinas delanteras, trabajo del dorador granadino Cecilio Reyes. No fue ese el único estrenó que ayer presentó la cofradía en la calle, ya que también era novedad la restauración de los varales del palio, trabajo del taller granadino de orfebrería de Alberto Quirós.

La hermandad se recogía, pasadas las once de la noche, en el templo del Perpetuo Socorro, tras una intensa tarde en la que la cofradía pudo realizar con normalidad su estación de penitencia y en la que los niños volvieron a ser protagonistas. Y es que no hay que dejar de reseñar la importancia que la participación infantil tiene en este cortejo, en el que cada año figuran numerosos niños vestidos de hebreos portando palmas.

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