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Joyas de la pintura, la escultura y la platería de artistas granadinos del Renacimiento y el Barroco se dan cita en la muestra.
La Pasión en clave granadina

La Pasión en clave granadina

El Palacio de los Condes de Gabia acoge una exposición con importantes tesoros del arte religioso local

Pablo Rodríguez

Miércoles, 11 de marzo 2015, 00:23

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Pintores y plateros, artistas de la piedra e imagineros capaces de sacar vida de la madera hicieron de Granada una de las capitales del arte religioso durante casi tres siglos. Del XVI al XVIII, al calor del fervor religioso que prendió en la sociedad granadina con la contrarreforma, artistas como José de Mora, Pablo de Rojas, Fray Juan Sánchez Cotán o el más conocido de todos, Alonso Cano, configuraron pieza a pieza un excepcional relato, en clave granadina, de la Pasión de Cristo. Medio centenar de estas joyas de la pintura, la escultura y la platería se exponen desde ayer en el Palacio de los Condes de Gabia en una muestra que recoge el talento de la escuela religiosa granadina.

Iuxta Crucem expresión latina procedente del famoso himno gregoriano Stabat Mater es el nombre de la exposición, que congrega piezas cedidas por el Arzobispado, por instituciones y coleccionistas particulares. Estas obras, procedentes en muchos casos de templos de la capital, se exponen divididas en tres partes diferentes.

Las dos primeras secciones toman el nombre de las series grabadas de Alberto Durero, en La Gran Pasión y La Pequeña Pasión. Aquí se hace un recorrido por la Pasión de Jesús a través de obras organizadas por tamaño. En esta parte figuran lienzos como La oración en el huerto, un fascinante trabajo de Fray Juan Sánchez Cotán que procede del Monasterio de la Cartuja; Nuestra Señora de la Soledad de Alonso Cano, una de las joyas más importantes que se conservan en la Catedral de Granada; y Piedad, habitualmente colgada en la Capilla Real.

A la obra pictórica se suman esculturas como el Cristo Resucitado de Alonso de Mena, una pieza que descansa en la iglesia parroquial de la Visitación de Churriana de la Vega; el busto de la Dolorosa, realizado por las manos de Torcuato Ruiz del Peral y procedente de la parroquia del Sagrario; o la impresionante Dolorosa de José de Mora, que llega desde la Capilla Real.

Especial mención merece el espacio dedicado a las más importantes obras de arte de la escuela religiosa granadina. En esta parte de la segunda sección es el Cristo Crucificado de Pablo de Rojas el que llama la atención. La portentosa escultura, realizada antes de 1580 y procedente del Seminario Mayor, es la primera vez que se expone al público y muestra las principales claves del autor: profundo conocimiento de la anatomía y tratamiento psicológico de sus obras.

A esta imagen hay que sumar la sobresaliente factura del Cristo de las Penas, una obra de comienzos del XVII que se debe a la mano de Miguel Jerónimo y Jerónimo Francisco García, y el impresionante Nazareno de Pablo de Rojas.

También en esta sección hay piezas que muestran los vínculos artísticos de Granada con otras zonas del mundo en la época. La aportación americana se puede percibir en trabajos como la Cruz del Convento de San José de las Madres Carmelitas Descalzas. La pieza está labrada en carey, nácar y maderas nobles, lo que la convierte en una obra muy singular.

Joyas religiosas de Granada

La última sección está centrada en dos de los momentos más y mejor representados por los imagineros granadinos, el Ecce Homo y la Mater Dolorosa. José de Mora es el autor del que más piezas se exponen en esta zona, con sendas esculturas que muestran el momento en el que Pilatos presenta a Jesús al Pueblo y en las que se percibe el estilo que el imaginero imprimió en sus obras a lo largo de su carrera. Aquí la austeridad de la gubia y la rigurosidad en la policromía del maestro son la regla, como refleja también la impresionante talla de la Dolorosa que del autor granadino se expone en este espacio.

La muestra, que se puede visitar gratuitamente en el Palacio de los Condes de Gabia hasta el próximo 15 de mayo, forma parte de las actividades paralelas a la Coronación de la Virgen de la Amargura de la Hermandad de la Oración en el Huerto. Sebastián Pérez, presidente de la Diputación, destacó durante la presentación el gran valor artístico de las piezas expuestas, «auténticos tesoros del patrimonio de la ciudad y la provincia». En este sentido, también señaló que «Granada es una tierra hermosa que no tiene nada que envidiar a ninguna otra de España o el mundo».

Para el político granadino, la exposición refleja el carácter «heterogéneo de la ciudad «por la cantidad de cultura, tradición y devociones que de forma colegiada y compartida ha tenido» a lo largo de su historia. Un relato global pero netamente granadino que devuelve Iuxta Crucem a la luz.

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