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Bulos, linchamientos y chistecitos pueden arruinar la comunicación en el grupo. Reuters
Diez consejos para no meter la pata en el grupo de WhatsApp de padres

Diez consejos para no meter la pata en el grupo de WhatsApp de padres

Arranca el curso y estos chats recuperan su efervescencia... es un buen momento para marcar unos límites y que no se conviertan en una pesadilla

SOLANGE VÁZQUEZ

Martes, 5 de septiembre 2017

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El curso escolar arranca ya... con sus 'daños colaterales', claro. Como los grupos de WhatsApp de padres que, en el mejor de los casos, han estado en letargo durante los meses de verano. Esta herramienta, que a priori es muy útil para transmitir información, solventar dudas o resolver pequeños problemas, empieza a echar humo estos días con los mil y un detalles de la vuelta al cole. Algo bastante lógico. Pero, ojo, tanta efervescencia suele ir aparejada de excesos y acaba produciendo cierto hastazgo cuando las cuestiones que se abordan no son de interés general o están mal planteadas. Unas sencillas normas -muchos grupos se crean ya con un 'estatuto' donde se marcan límites- hacen del WhatsApp un aliado y no una pesadilla. He aquí unos consejos básicos para su buen uso.

1. No saturar. Esta es la norma principal. Es importante que los miembros -los grupos escolares suelen rondar el medio centenar- no agobien con mil cuestiones y, sobre todo, que si alguien plantea una pregunta -por ejemplo, «¿alguien ha encontrado el estuche de mi niña?»- no salgan los 49 restantes a la palestra para decir «yo no», «luego miro», «yo tampoco». Con que conteste el que tiene algo que decir, vale.

2. Nada de linchamientos virtuales. En algunos casos, el WhatsApp de padres ha servido para poner a caldo al personal docente o a los responsables del centro. Esto puede ser constitutivo de delito. Además, la información suele tergiversarse y generar malentendidos, problemas y, en definitiva, un mal ambiente que nunca es deseable.

3. Los problemas entre dos personas... cara a cara. En muchos grupos la gente se enzarza en discusiones bizantinas sobre lo divino y lo humano. Y, a veces, terminan con enfados monumentales. Mientras tanto, el resto del grupo asiste a la bronca en plan 'Gran Hermano'. Algunos se meten, con lo cual se empeora la situación. Si dos padres tienen alguna discrepancia, el grupo no es el lugar para darle rienda suelta. Que lo hagan cara a cara o en un privado. Al resto no le interesa.

4. Consultar antes de añadir a alguien. Siempre hay que preguntar. Pertenecer a un grupo no es obligatorio y hay mucha gente que, debido precisamente a su mal uso, prefiere mantenerse al margen, aunque ello le suponga no beneficiarse de sus ventajas (que también las tiene, claro). Cada vez hay más 'resistentes'.

5. Cuidado con las formas. Al ser una comunicación escrita y teniendo en cuenta las escasas habilidades literarias de la mayoría, es muy difícil transmitir los matices, el tono adecuado... y esto genera malentendidos. Por eso, mejor no ser ambiguos, mostrarse amables y usar los emoticonos con sensatez para afianzar el mensaje.

6. Las ironías están fuera de lugar. Si en la vida real hay gente que no las capta... por WhatsApp y entre desconocidos, todavía menos. Es mejor evitarlas, porque pueden no ser entendidas. Es mejor reservarlas para nuestro círculo más privado o para la comunicación cara a cara, donde compruebas su efecto.

7. No al bombardeo de fotos. Si consideras que tienes un material gráfico interesante, adelante. Pero no es cuestión de enviar 100 imágenes, una tras otra. Además, algunos padres no quieren que las fotos de su hijo pululen por ahí.

8. No usarlo para cuestiones ajenas al colegio. Chistes, cadenas solidarias, vídeos virales... al final el grupo se puede convertir en un sindiós donde todo el mundo incluye lo que quiere. Para eso están las redes sociales.

9. Ojo con los bulos. A menudo, con la mejor intención, proliferan en los grupos de padres informaciones erróneas, fotos de supuestos pederastas, noticias de intentos de secuestros en la puerta del cole, de enfermedades contagiosas, de plagas de piojos... Cuidado. Se puede estigmatizar a personas inocentes y crear tensión. Un grupo de padres no es un medio de comunicación ni una comisaría: las informaciones no se contrastan, con el consiguiente peligro. Tampoco es un consultorio médico. Ante cualquier duda, de tipo delictivo o sanitario, hay que acudir a profesionales.

10. No escribas si estás enfadado. Si tienes un problema con un padre o un profesor y te desfogas en el grupo... te puedes arrepentir. Es mejor que esperes a estar en calma. Porque lo escrito, escrito queda.

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