El presunto asesino del pantano mató a su mujer en la calle de 4 disparos

El detenido, que fue condenado a quince años de cárcel por matar a su esposa, no tenía, según los primeros indicios, ninguna vinculación directa con las dos víctimas del crimen. Magenti estuvo desde el principio en el punto de vista de los investigadores, aunque siempre negó haber estado el día de la desaparición en el pantano, al que solía acudir con asiduidad. La principal hipótesis de trabajo de los Mossos es que los jóvenes podrían haber visto a Magenti Gamell realizar algún “tipo de actividad ilegal” en las inmediaciones del pantano y que éste habría acabado con su vida para evitar ser acusado. El supuesto asesino, muy aficionado a la pesca y a la caza, era un habitual de la zona. De hecho, varios vecinos identificaron su vehículo en el pantano el día de la desaparición, extremo que el detenido siempre negó.

Magentí ha sido trasladado a una propiedad suya en la localidad de Anglès (Gerona) para proceder a un registro. Los agentes ya han efectuado tres entradas y registros en domicilios, dos en Anglès y uno en Salt. El jefe de la División de Investigación Criminal de los Mossos d'Esquadra, Antonio Rodríguez, ha insistido en que los investigadores disponen de "medio probatorio" para demostrar que Magenti fue quien acabó con la vida de los dos jóvenes. No obstante, Rodríguez no quiso dar más detalles sobre la investigación, que continúa secreta. El hijo de Gamell, según han confirmado fuentes de la investigación, ha sido detenido, aunque, en principio, por un delito contra la salud pública.

Los Mossos han trabajado siempre con el miedo de Gamell pudiera escapar a Colombia si se sentía acosado. Su mujer, con la que se casó tras asesinar a su exesposa, es de esta nacionalidad y lleva varias semanas en el país sudamericano.

La alcaldesa de Anglès ha explicado que el detenido había regresado al municipio hacía dos o tres años, ya que tras cumplir condena se fue unos años a vivir al extranjero, y que se dedicaba a cuidar a un tío suyo de avanzada edad. "Estaba muy encerrado en sí mismo, lo que nos hacía pensar que tras la condena se había reintegrado", ha explicado la alcaldesa de este municipio de casi 5.500 vecinos. Desde su regreso, no había tenido importantes incidentes en la localidad, aunque había tenido alguna pelea con algún vecino y una vez, al ponerle una multa de tráfico, había ido a quejarse a la policía.

Desset ha expresado que la noticia de la detención ha causado mucha sorpresa en el municipio: "Si realmente es él el autor del crimen será positivo para la ciudadanía porque se sentirán más seguros". La alcaldesa, que ha loado el trabajo de los investigadores de los Mossos d'Esquadra, ha lamentado, no obstante, que si se confirma que fue este vecino quien mató a los jóvenes será negativo para el nombre del pueblo.

El detenido, que tiene dos hijos mayores de edad, fue condenado en 1999 a quince años de cárcel por la Audiencia de Gerona por haber matado dos años antes a su esposa, en su casa de Anglès. En la sentencia, en la que se aplicó al acusado la atenuante de trastorno mental, el ahora detenido en relación con el doble crimen de Susqueda fue condenado por matar a su esposa cuando regresaba de un curso en Gerona. El hombre esperaba a su esposa en el interior de un vehículo aparcado en la calle Riu Ter y, cuando la mujer llegó a su altura, le descerrajó tres disparos y, posteriormente, cuando la víctima ya estaba en el suelo, hizo un cuarto disparo para rematarla.

Las víctimas del crimen son los jóvenes Marc H. L., de 23 años y vecino de Arenys de Munt (Barcelona), y Paula M. P., de 21 años y vecina de Cabrils (Barcelona), que habían acampado junto al pantano de Susqueda para practicar kayak. Fueron encontrados desnudos, y con signos evidentes de violencia, y según explicó el inspector Jordi Doménech desde el lugar, aparecieron un mes después de su desaparición por el proceso de descomposición de los cuerpos -que hace que se llenen de gas- facilitando que salieran a la superficie, además de que había bajado el caudal del pantano.

Desde el 26 de agosto, la policía catalana estaba buscando a dos jóvenes que fueron a practicar en kayak ese fin de semana y de los que su familia no tenía noticia desde el día 24. El pantano ha sido rastreado desde entonces en varias ocasiones por los buceadores de los Mossos, los Bomberos de la Generalitat y la Guardia Civil; en las últimas semanas, los Mossos mantenían un dispositivo que buscaba tanto en el agua como en la zona por tierra.

El 1 de septiembre un perro detectó un rastro de los dos jóvenes, pero desde entonces no había trascendido ningún otro hallazgo de relevancia. El 28 de agosto se había localizado el Opel Zafira en que viajaba la pareja con toda su documentación, enseres y varios escritos, así como el kayak desinflado, donde había varias piedras, el domingo 27.

Los jóvenes fueron vistos por sus familias por última vez el jueves 24 de agosto, y la última imagen que se tiene de ellos es una captura de un cajero automático de La Cellera de Ter (Gerona) que fue difundida por Mossos en su Twitter.