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ATLAS ESPAÑA
Jueves, 14 de junio 2018, 20:25
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El pasado domingo Carmen iba a coger un vuelo en el Aeropuerto del Prat, Barcelona. Había pasado el fin de semana con siete amigas en la ciudad condal. Su avión destino a Sevilla, salía a las 8:55 de la mañana y minutos antes de embarcar hizo una última visita al baño. Usó el ascensor y nada más apretar el botón se quedó parado. Llamó reiteradamente al teléfono de emergencia y desde la centralita de Madrid le decían que iban a enviar un técnico desde Barcelona, ya que no había ninguno en el Prat. Tardaron 55 minutos en sacarla, tiempo suficiente para que Carmen perdiera el vuelo. Sus amigas ya hacía 20 minutos que volaban hacia Sevilla y ella se encontraba sola. Desde los mostradores le daban una única solución: poner una reclamación y comprarse un billete nuevo. Le costó 77 euros y muchas horas de espera. Finalmente llegó a Sevilla a la una de la madrugada. Ya en casa, ha recibido un correo de la compañía, van a estudiar su reclamación.
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