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Viernes, 23 de febrero 2018, 11:05
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La noche del pasado martes, en Valencia, José Agustín L.P. encontró el cuerpo de su hermano Valentín inerte. Llevaba cuatro años sin saber nada de él y decidió acceder a su vivienda. Allí murió en 2011 y no ha sido hasta ahora cuando le encontraron. Falleció cuando tenía 38 años y nadie le echó en falta durante todo este tiempo.
Según informa ‘Las Provincias’, José Agustín llegó a la vivienda de su hermano a las 20 horas del pasado martes en compañía de un cerrajero y otros dos hombres. Llamó a un vecino y le comentó que había ido para poder entrar al piso, situado en el número 3 de la calle Pintor Maella de la capital valenciana, el cual también era de su propiedad tras haberlo heredado de sus padres.
Al parecer, el hermano ya pensaba lo peor. Por eso no quiso acceder primero a la vivienda. Uno de los acompañantes accedió a la vivienda y llegó al dormitorio donde encontró el esqueleto de Valentín, quien tuvo problemas con las drogas a lo largo de su vida, sobre la cama. Días antes de morir había comentado a amigos y familiares que se iba a marchar a Santander, y eso se creía. “Algo así me temía”, lamentó José Agustín.
Con el paso del tiempo un vecino detectó un fuerte y desagradable olor procedente de la vivienda. Pensó que se debía a la poca higiene de su interior y a las heces de los perros y gatos que vivían con el hombre. Decidió tapar las juntas de la puerta con trapos para evitarlo. Siete años después supo que su vecino no había salido de su vivienda.
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