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Una chica "protege" a su novio, juzgado por apuñalarla con unas tijeras: "Tropecé y me las clavé"

Una chica "protege" a su novio, juzgado por apuñalarla con unas tijeras: "Tropecé y me las clavé"

Iván D.G. ha achacado la supuesta caída a que es "muy torpe": "Ya se ha tropezado muchas veces, es muy torpe. A veces también le dan mareos"

europa press

Sábado, 17 de marzo 2018, 10:12

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Una joven ha exculpado a su novio de haberla apuñalado en junio de 2016 con unas tijeras de cocina en el tórax, argumentando que se tropezó y se las clavó accidentalmente, una versión que las psicólogas consideran que realiza para "protegerle porque tiene dependencia emocional".

Así lo ha sostenido la joven durante su declaración ante la jueza de la Sección 26 de la Audiencia Provincial de Madrid, que ha celebrado este martes la vista oral del juicio, ya visto para sentencia, contra su pareja desde hace ocho años, Iván D.G., acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa y con antecedentes por malos tratos. La Fiscalía reclama que ingrese en prisión durante siete años y medio, a pesar de que la joven ha renunciado a todas las acciones legales en este procedimiento.

No obstante, la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, con fecha 11 de mayo de 2017, dictó un auto acordando una orden de protección en beneficio de la perjudicada y que, entre otras prevenciones, prohíbe al acusado aproximarse a ella a menos de 500 metros y comunicarse por cualquier medio con la mujer.

La víctima y su novio han coincidido con exactitud en el relato de los hechos. Según ellos, todo ocurrió durante la tarde del 22 de junio de 2016, cuando la joven se disponía a llevar varios cubiertos y platos desde el comedor de la vivienda en la que ambos residen, en Vallecas, hasta la cocina. Entre estos cubiertos, unas tijeras de cocina o varios cuchillos.

La chica, de acuerdo con su propia narración, tropezó al entrar en la cocina con el infortunio de que uno de estos objetos punzantes le penetró en la zona lateral del tórax. Pese a todo, asegura que no recuerda la caída.

Su pareja, presuntamente, escuchó el ruido y se dirigió a auxiliarla, taponándole la herida y, posteriormente, llamando a una ambulancia para que la trasladara a un hospital. Iván D.G. ha achacado la supuesta caída a que es "muy torpe": "Ya se ha tropezado muchas veces, es muy torpe. A veces también le dan mareos". Ha aseverado rotundamente que no la agredió "ni ese día ni nunca".

"Trata de proteger a Iván"

Sin embargo, el resto de comparecientes como testigos durante la sesión de este jueves da poca credibilidad a la versión de la pareja. Los padres de la joven, que han referido tener "ninguna o escasa" relación con el novio de su hija, han asegurado que no creen que la chica se cayera.

"No vi muy normal su relato", ha dicho la madre, para a continuación añadir que en otra ocasión vio a su hija con un ojo morado, pero que ella defendió que fue "un cabezazo de un perro".

En la misma línea, la psicóloga y la trabajadora social que mantuvieron dos entrevistas con la joven han explicado que sus versiones a lo largo de la instrucción fueron "contradictorios y dubitativos". "Trata de negarlo todo y de minimizar los insultos que le ha proferido durante su relación para protegerle por dependencia emocional y económica", han concluido las expertas.

Además, han añadido que detectaron "muchos" indicadores de posible caso de violencia de género, ya que su relación es de "muy tradicional, de supeditación". Por ejemplo, han narrado que la chica reconoció haber sufrido "episodios de violencia ambiental", como insultos o discusiones que terminaban con su novio "pegando puñetazos a una pared". "Se autoculpaba de las discusiones que tenían", han apostillado.

"Al 99% fue una agresión"

Para los médicos forenses el relato tanto de Iván D.G. como de su novia resultan aún más "inverosímil". "Por la herida, situada en el lateral izquierdo del tórax, encaja completamente en una herida producida por arma blanca: la clásica agresión", ha afirmado uno de ellos.

La herida, de cinco centímetros de profundidad, llegó a afectar al lóbulo inferior del pulmón, y le podría haber provocado la muerte si no se le hubiera operado quirúrgicamente, según los forenses. "Es muy improbable que al caer el objeto incisivo cayera de punta y le penetrara el tórax. Con probabilidad del 99%, fue una agresión", han mantenido.

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