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Una anciana convive en casa con el cadáver de su hijo una semana en Asturias

La Policía Local de Langreo encontró el cadáver tras recibir un aviso de una vecina, alertada por un fuerte olor

ELENA S. HERRERO / S. G. A

Miércoles, 29 de marzo 2017, 11:59

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El fuerte y nauseabundo olor alertó a una vecina. La joven había acudido a visitar a sus abuelos, en la calle Farmacéutico Ponga de La Felguera, dado que estos últimos venían quejándose de que la vecina de al lado estaba tirando desde hacía unos días basura en su patio privado. Una vez allí, el mal olor le hizo sospechar a esta joven langreana que algo estaba sucediendo. Llegó a pensar que la vecina podría sufrir un síndrome de Diógenes. Lo que no se imaginó ni por un instante es que dentro de la vivienda de la mujer, C. I. V., iba a aparecer el cuerpo sin vida del hijo de esta persona. Según las primeras investigaciones, la mujer habría permanecido durante al menos una semana en la casa con el cadáver de su hijo en el inmueble.

Antes de llegar a ese desenlace, la joven, intentando aclarar qué estaba pasando, se asomó a la ventana de la casa de sus abuelos y desde allí vio a la vecina, de 77 años. «Ella me miró y me pidió que la ayudarla», relata. «Por favor, llama a Cristina (su hija), que me están pegando», añadía la mujer.

Alarmada, la joven corrió hacia la puerta de la casa y allí volvió a dirigirse a la mujer. «Ella insistía en que su hijo estaba dentro de casa, decía que el hijo la tenía encerrada, que él estaba dentro de la casa y que por la noche la iba a matar», explicaba la joven langreana. Incluso, relataba, le pedía a través de gestos que hablara bajo, para que nadie la oyera. Ante esta situación, la joven optó por llamar, hacia las ocho de la tarde, a la Policía Local de Langreo, que acudió a la vivienda. Los agentes se dirigieron a la mujer, que les reclamaba que «por favor» la sacaran de la casa. También pedía que localizaran a su hija, a la que finalmente encontraron y acudió al domicilio de su madre. Pero no tenía llaves y tampoco sabía cómo poder acceder. Mientras, la mujer seguía repitiendo que no la dejaran sola, «que me mata».

La Policía Local llamó entonces a personal sanitario, los médicos llegaron en un taxi y al poco lo hicieron los bomberos, que entraron en el inmueble a través de la casa de los vecinos. Y ahí llegó la sorpresa. Dentro encontraron, «tirado en el suelo», el cuerpo sin vida del que luego se sabría era el hijo de la mujer. Fue en ese momento cuando los bomberos derribaron una puerta para facilitar el acceso.

«Rodeado de bichos»

El cuerpo sin vida del hombre, de unos cincuenta años, estaba en el suelo, «rodeado de bichos». Además, había cierta prevención a la hora de adentrarse en la vivienda dado que en la casa estaban los dos boxers de la familia, «muy delgados, en malas condiciones».

Hacia las once de la noche, llegaban los agentes de la Policía Nacional. El cuerpo del fallecido seguía en el interior de la vivienda.

El cadáver del hombre fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para determinar las causas de la muerte, mientras que los servicios sanitarios se hicieron cargo de la anciana, que al parecer sufre algún tipo de demencia.

El cadáver no presenta signos de violencia, aunque aun queda por determinar la causa y la fecha de la muerte, que se calcula podría ser superior a una semana.

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