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Luis Bárcenas.
De la «caja B» a la «contabilidad extraoficial»

De la «caja B» a la «contabilidad extraoficial»

El extesorero del PP confesó la financiación irregular ante el juez Ruz en 2013, pero en el juicio ha exculpado al partido y matizado sus acusaciones

Mateo Balín

Domingo, 22 de enero 2017, 12:56

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El 28 de junio de 2013 Luis Bárcenas abandonó la Audiencia Nacional en un furgón de la Guardia Civil rumbo al centro penitenciario de Soto del Real, en Madrid. El juez Pablo Ruz ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza tras apreciar riesgo de fuga y de destrucción de pruebas en la investigación sobre los 48,2 millones de euros que llegó a amasar y ocultar en Suiza. La entrada en la cárcel del extesorero del PP hizo mover los cimientos de la sede nacional de la formación política, con su presidente Mariano Rajoy a la cabeza.

El 15 de julio siguiente, el que fuera empleado de Génova 13 durante 30 años, primero como gerente y luego de tesorero, regresó al juzgado a petición propia para declarar sobre la contabilidad B y los sobresueldos a altos cargos. Un día antes se habían conocido los mensajes de móvil entre Bárcenas y Rajoy, que habían mantenido la comunicación desde mayo de 2011 hasta marzo de 2013, cuando ya se conocía el botín suizo. Para los anales quedará el último SMS conocido del presidente del Gobierno, el 18 de enero de 2013: «Luis. Lo entiendo. Sé fuerte, mañana te llamaré».

Con los SMS golpeando la credibilidad de Rajoy, el preso Bárcenas emprendió viaje el 15 de julio a la Audiencia para 'tirar de la manta'. Fueron más de cinco horas de declaración, documentada en un centenar de folios. El 26 de julio se conocieron los detalles de la misma y la oposición se lanzó en tromba a pedir la dimisión de Rajoy. El presidente compareció el 1 de agosto en el Senado en un pleno extraordinario para dar su versión de los hechos.

Cometí el error de creer a un falso inocente, pero no el delito de encubrir a un presunto culpable»; «no es mi tarea demostrar la falsedad de lo que dicen otros. En democracia las cosas funcionan al revés»; «no puedo decir otra cosa sino que son falsas sus medias verdades y sus interpretaciones». Así zanjó Rajoy su mayor escándalo desde que está en política, asegurando que no tenía constancia de la financiación irregular y sin ver razones para dimitir.

Llevando al extremo el lema de que «al final la vida es resisitir, y que te ayuden», como le dijo Rajoy a la mujer de Bárcenas en otro SMS, el presidente salió indemne aunque la urnas le acabaron pasando factura en diciembre de 2015. Mientras tanto, Bárcenas, en libertad provisional desde 11 meses antes, ya empezaba a dejar aparcada su estrategia de cuanto peor para el PP, mejor para mí. Comenzó a cambiar el lenguaje y a preocuparse por su negro horizonte procesal (le piden 42 años y medio de prisión y 88,8 millones de multa). En septiembre pasado retiró la acusación al PP por el caso del borrado de los ordenadores, en el que el partido está procesado. Y con el comienzo del juicio de 'Gürtel' en octubre y su declaración de esta semana se ha confirmado que el partido ya no tiene nada que temer. Esto fue lo que dijo Bárcenas al juez Ruz en julio de 2013 y su testimonio esta semana al tribunal:

La «contabilidad extracontable»

Bárcenas, ante el juez Ruz: «En el Partido Popular existía una contabilidad B y el pago de sobresueldos durante los 30 años en que yo estuve de gerente y tesorero».

Bárcenas, ante el tribunal: «En el PP existía una contabilidad extracontable, extraoficial, fondos no oficiales del partido que pasaban a la cuenta oficial. Pero en ningún caso me apropié de esos fondos. Es absolutamente falso lo que dijo el señor Correa. Ni yo ni el partido nos lucramos con la trama 'Gürtel'».

Los donativos de las empresas

Bárcenas, ante Ruz: «Con respecto a los donativos, efectivamente estábamos incumpliendo la Ley de Partidos. Los fraccionábamos para no superar el límite legal. No dábamos recibo. El 95% de los donantes contrataban con la Administración Pública. El presidente y los secretarios generales lo sabían. Los pagos de salida los dábamos en un sobre».

Bárcenas, ante el tribunal: «Eran donativos que no tenían carácter finalista, no se correspondían a una gestión. No se contabilizaban oficialmente, es obvio, pero se llevaba un control de entradas y salidas. Los empresarios ayudaban porque querían echar una mano».

Álvaro Lapuerta, el «honrado»

Bárcenas, ante Ruz: «Lapuerta (extesorero del PP) dejaba claro que la cantidad que se recibía no llevaba aparejada ninguna contraprestación. Pero si un empresario se portaba bien con el partido se podía hacer alguna gestión. Llamaba a personas de la Administración Pública para que les recibieran. Era un tema delicadísimo. Los sobresueldos a los altos cargos del PP los entregaba él».

Bárcenas, ante el tribunal: «Lapuerta es una persona honorabilísima. Honrada, honrada, honrada. Tenía un celo excesivo sobre las cuentas y la aplicación de esos fondos era correctísima, precisamente por lo delicado que es manejar dinero en efectivo y que puede ser susceptible de que alguien pueda hacer razonamientos que no se corresponden con la realidad».

¿Acuerdo con el PP?

Bárcenas, ante Ruz: «No ha habido ningún acuerdo con el PP referente a la instrucción del 'caso Gürtel'. De hecho hay una demanda presentada contra el partido por mi despido laboral. Lo único cierto es que pagaron mi defensa jurídica hasta diciembre de 2012».

Bárcenas, ante el tribunal: «Mis ingresos no tienen ninguna relación con el PP. A mí el partido no me ha reclamado nada. Más claro, el agua».

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