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Íñigo Méndez de Vigo.
El Gobierno enmarca el juicio a Homs en el imperio de la ley

El Gobierno enmarca el juicio a Homs en el imperio de la ley

El ministro portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, reitera que la nueva etapa de diálogo con la Generalitat en esta legislatura no exime a nadie del cumplimiento de las normas

Nuria Vega

Viernes, 20 de enero 2017, 14:44

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"Nadie tiene privilegios frente a la ley". Es la máxima repetida en el palacio de la Moncloa ante cada conflicto con la Generalitat catalana y los promotores del independentismo. Hoy, la expresión ha servido también al ministro portavoz del Gobierno para enmarcar en la normalidad del estado de derecho la decisión del Tribunal Supremo de juzgar al exconsejero de Presidencia, Francesc Homs, por la consulta del 9 de noviembre. Uno está sometido a la ley y a los intérpretes de la ley, que son los jueces, ha zanjado Íñigo Méndez de Vigo.

El portavoz rechaza, además, la tesis de que las causas judiciales puedan empañar la llamada operación diálogo con el Ejecutivo de Carles Puigdemont. No hay contraposición entre ley y diálogo -ha aducido-, no puede haberla. Los contactos que la vicepresidenta y los ministros, cada uno en su área, mantienen con las autoridades catalanas invitan, según el Gobierno, sólo a consensuar y pactar, nunca a ser utilizados como excusa para saltarse la legalidad vigente.

De momento, no hay fecha para el encuentro pendiente entre el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, y Puigdemont. Seguro que se producirá y será bueno, porque yo creo que lo que importa a la gente es resolver sus problemas y hablar siempre es constructivo y positivo, ha avanzado Méndez de Vigo.

El Gobierno afea, en este sentido, la ausencia del dirigente catalán el pasado martes en la Conferencia de Presidentes. En el encuentro se fijaron las bases para llegar a un nuevo acuerdo en materia de financiación autonómica y sostiene el portavoz que aquellos que no quieren hablar, al final no tendrá posibilidad alguna de quejarse. Méndez de Vigo deja, además, en manos de los ciudadanos juzgar si conviene o no que sus representantes acudan este tipo de reuniones.

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