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Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva.
Sánchez defiende las primarias ante el debate interno: «El PSOE debe tener una única voz»

Sánchez defiende las primarias ante el debate interno: «El PSOE debe tener una única voz»

La Ejecutiva aprueba la propuesta del líder socialista y convocará un congreso exprés pese a la oposición interna que quiere su dimisión y un cónclave de "refundación" en unos meses

Paula De las Heras

Lunes, 26 de septiembre 2016, 11:44

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Pedro Sánchez ha puesto sobre la mesa este lunes el "debate interno" que se vive en el PSOE sobre si el partido debe abstenerse en una eventual investidura de Mariano Rajoy y ha justificado la necesidad de celebrar ya el Congreso Federal del PSOE y la convocatoria de unas primarias para elegir al secretario general el próximo 23 de octubre, retando a aquellos que consideren que tienen un "proyecto mejor" a presentarlo en dicho cónclave. "Que debatan, voten y después hablen con un única voz", ha defendido el líder socialista.

En rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva Federal, que ha aprobado su iniciativa de proponer al Comité Federal la convocatoria del 39 Congreso para el 1, 2 y 3 de diciembre, después de la elección del secretario general en primarias el 23 de octubre, Sánchez ha confirmado que "por supuesto" que se presentará a la reelección en dichas primarias y ha defendido un PSOE "claramente de izquierdas y diferenciado del PP, con capacidad de diálogo y con un proyecto autónomo, fuerte y unido".

Sánchez ha confirmado asimismo su intención de intentar un gobierno alternativo, tras mantener su rechazo a Mariano Rajoy y con la vista puesta en evitar terceras elecciones."No hay más opciones. O se apoya a Rajoy, o terceras elecciones o gobierno alternativo de cambio" para el que abrirá negociaciones Ciudadanos y Podemos, "las fuerzas del cambio", dejando cerrada la puerta por el momento a los partidos independentistas.

Congreso expréss

Sánchez ha comenzado con fuerza la jornada de resaca electoral. No ha esperado siquiera a que los críticos empezaran el bombardeo y esta mañana se conocía su decisión de adelantar casi una semana su plan proponiendo a la comisión ejecutiva permanente del PSOE convocar ya un congreso exprés para elegir al secretario general por voto directo de los militantes el 23 de octubre, tal y como había adelantado este diario. Era la opción drástica que guardaba en la recámara a fin de acallar la discrepancia interna en el Comité Federal que se celebrará el sábado, pero el revuelo causado por los pésimos resultados obtenidos en las elecciones de Galicia y el País Vasco le han llevado a adelantar el golpe.

El líder de los socialistas ha preferido actuar en caliente, sabedor de que los afines a Susana Díaz, dispuestos a forzar su salida y poner el partido en manos de una gestora, se sienten reforzados en sus argumentos por dos derrotas históricas que han relegado al partido a la tercera y cuarta posición en dos territorios en los que fueron fuerza de gobierno. El movimiento le permite adelantarse y obtener ventaja. Por supuesto, él se presentará a la reelección y los críticos no tienen un candidato alternativo claro porque el salto, en estos momentos y en este contexto, es muy arriesgado para la presidenta de Andalucía.

Aun así, esta mañana no era prudente dar el congreso por sentado. El cónclave fue convocado en un convulso Comité Federal del 30 de enero, tras fuertes presiones de los barones discrepantes, pero finalmente se acordó postergar la batalla sine die, hasta que se hubiera resuelto la situación institucional, es decir, hasta que España tuviera Gobierno. Ahora, el órgano de control de la ejecutiva ha aceptado levantar la suspensión y aprobar las fechas propuestas por el secretario general. La reunión del sábado se prevé tensa.

Los contrarios a Sánchez ya han dejado claro que se oponen a un congreso exprés. Son partidarios de ir a un "congreso de refundación" pero más adelante, con más sosiego. Ahora les gustaría que el líder socialista asuma que no puede seguir un día más al frente del partido y se vaya. Después, con la dirección en manos de una gestora, habría que reconsiderar la posición respecto a una investidura de Mariano Rajoy o (harto improbable) de otro candidato del PP. Aunque muchos críticos asumen que, a estas alturas, será difícil moverse del 'no' al presidente en funciones.

Esa es la baza que pretenden jugar los sanchistas; saben que las bases están incendiadas contra la idea de facilitar un Ejecutivo popular defendida por el crítico Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura, y anhelada en silencio por otros dirigentes con responsabilidad institucional que ya ven cómo la economía de sus regiones se resiente ante la falta de Gobierno. La lucha será intensa.

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