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De casta le viene al galgo

España es un estado social y ácrata de derecho

Lo malo -o lo bueno- que tiene que estar un año sin gobierno es que se demuestra que se puede estar perfectamente un año entero sin gobierno y las cosas van mejor

Gonzalo Jiménez-Blanco

Viernes, 9 de septiembre 2016, 10:04

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Los griegos -quien lo diria ahora viendo la actual Grecia- inventaron la democracia y se les reconoce, al menos, usando el termino griego en todos los idiomas: democracy, democratie, democracia...

Es más, la raíz griega cracia se utiliza para designar las diferentes formas de gobierno.

Democracia es etimológicamente el gobierno del pueblo. Por medio de elecciones, el pueblo elige a sus representantes que van a formar o elegir gobierno. Y luego hay adjetivos, algunos para matizar o incuso desvirtuar la verdadera democracia (Democracia organica, democracia popular, democracia plebiscitaria, democracia censitaria), otros para definir el tipo de democracia (democracia representativa, democracia parlamentaria).

Aristocracia es etimológicamente el gobierno de los mejores. Muchos pensadores del mundo antiguo como Platón o Cicerón veían en la república aristocrática al mejor sistema de gobierno para el hombre. Tal poder sería liderado por una elite intelectual y basada en sus conocimientos y estudios, separándose así del vulgo y de la masa inculta.

Kakistocracia es el gobierno de los peores. Ahora nos parece vivir en una kakistocracia. La característica principal de las kakistocracias, o gobierno de los peores, es que todos los políticos y funcionarios del Estado, están totalmente desprestigiados en la comunidad de esos países. Los ciudadanos "prestigiosos" evitan la carrera política. Su educación, idoneidad y valores son herramientas para triunfar en cualquier otra actividad. Pueden ser cientificos, intelectuales, profesionales o empresarios exitosos, localmente o en cualquier otra parte del mundo. Al final, los que siguen la carrera política son mayoritariamente los que no sirven para otra cosa.

Teocracia hace referencia a un sistema que gira alrededor de Dios. Se define como sistema político en el cual los sacerdotes o los príncipes, que en su calidad de ministros de Dios, ejercen el poder político.

En el franquismo, se hablaba de tecnócratas y técnocracia por referencia al gobierno de los técnicos.

Burocracia hace referencia al gobierno de los funcionarios. En realidad, se emplea el término para referirse a un sistema pesado de organización administrativa.

Cleptocracia (gobierno de los ladrones) es un término despectivo que alude a la corrupción que acompaña habituamente (¿tiene que ser así?) a los políticos.

Gerontocracia hace referencia al gobierno de los ancianos y aunque podamos pensar en algo lejano (el Senado romano o los consejos de ancianos de los indios), se dió también en la Unión Soviética antes de la caída del muro (Breznev, Andropov, Tchernienko).

Efebocracia es, como supimos en la transición, el gobierno de los jóvenes.

Según Wikipedia, acracia designa una concepción que niega la necesidad de que exista cualquier clase de autoridad. Usada ampliamente como sinónimo de anarquía, la raíz del concepto no es la misma: mientras anarquía alude a la ausencia de un gobierno o Estado que dirija la sociedad, acracia supone la ausencia de coerción.

En un sentido habitual, acracia hace referencia a la ausencia de gobierno, es un sistema político sin gobierno en el que los ciudadanos no necesitan de unos gobernantes que les gobiernen.

La Constitución Española en su artículo 1.1 dice que España es un Estado social y democrático de Derecho. Pero los políticos ya han demostrado que pasan de lo que diga el pueblo. Obviamente la Constitucion no puede reformularse en tiempo real pero después de un año sin gobierno sería más acertado decir que España es un Estado social y ácrata de derecho. Como sigan así los políticos, el que va a pasar de ellos es el pueblo. Lo decía Santos Juliá en El País hace unos días.

Lo malo -o lo bueno- que tiene que estar un año sin gobierno es que se demuestra que se puede estar perfectamente un año entero sin gobierno y las cosas van mejor. La economía parece que va mejor. Incluso el tema territorial va mejor: parece que los catalanes se han tomado un respiro en su ruta hacia la independencia a consecuencia del parón del Estado y ya no tienen tantas prisas. Un año sin leyes es una delicia y más aún sin Decretos-leyes.

Pero tarde o temprano volverá a haber gobierno y volverán a aprobar leyes y decretos leyes y echaremos de menos esta temporada de gobierno en funciones. Hay quien dice que un gobierno en funciones es malo para el país porque no se pueden acometer las reformas necesarias pero habría que preguntar si es posible que un gobierno que se elija, al menos no apruebe decretos leyes salvo casos de verdadera urgencia o necesidad. Es decir, que se cumpla lo que dice la Constitución. Ni más ni menos. ¿alguien se cree realmente que todos los decretos leyes de las últimas legislaturas se han dictado todos por extraordinaria y urgente necesidad?

Sólo con que no haya habido leyes ni decretos leyes, este año no ha sido tan malo. Pero todo lo bueno se acaba. A volver a leer el BOE.

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