Edición

Borrar
Fermín, un misterioso gladiador

Fermín, un misterioso gladiador

El letrado desapareció 20 horas en el juicio de Isabel Carrasco. Ahora alega que «tal vez me echaron algo en la bebida»

antonio Corbillón

Domingo, 31 de enero 2016, 12:49

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El abogado Fermín Guerrero hace honor a su apellido. Cuando salió de Murcia camino de León para defender a la policía local Raquel Gago, una de las acusadas en el juicio por el asesinato de la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, no paraban de llegarle mensajes de sus colegas por las redes sociales, en las que es tan activo. «Ánimo, compañero y gladiador de la justicia». En sus 25 años de ejercicio profesional ha acumulado una trabajada fama de «combativo, valiente, alguien que no se corta a la hora de meterse a defender sus tesis», reconocen amigos cercanos desde su tierra.

Un carácter mediterráneo al que añade su don de gentes. «Empatiza con todo el mundo y se lleva al huerto a cualquiera», completan el perfil sus colegas. Pero a esa forma de ser se ha añadido un fundido en negro de 20 horas en las que toda España se pregunta qué o quién le había llevado esta vez al huerto a él. Desapareció sin dejar rastro alguno entre las 19:04 del martes y las 14 horas del miércoles. Además de obligar a suspender la vista oral, su búsqueda fue trending topic (lo más comentado en Twitter) y añadió una arista más al diamante de cotilleos y especulaciones que despierta este juicio, que ayer llegó a su ecuador tras dos semanas de testimonios.

Después de la jornada del martes, Guerrero se fue a comer con el letrado de Montserrat González y Triana Martínez, las dos principales acusadas del homicidio. Se despidieron a las 17:30 porque tenía cita con su defendida Raquel a las 19 horas. No llegó al encuentro y su clienta llamó a sus compañeros de la Policía Local.

Hombre de acción

  • Buen penalista. Fermín Guerrero Faura cumplió sus bodas de plata el 2015. Especialista en Derecho Penal ha participado en casos de relevancia por corrupción como Pompeya o Liber.

  • Activo. Por su muro de Facebook desfilan estampas familiares con sus hijos, saltando en paracaídas, de hincha del Atlético o de sus continuos viajes. Los fines de semana no perdona y descansa en Murcia.

  • ¿Dónde estuvo? La obsesión por su paradero ha llevado a varios periodistas a visitar locales de alterne con la foto del abogado.

Se inició así una frenética búsqueda que solo concluyó 19 horas después cuando una patrulla municipal localizó a Fermín Guerrero en la céntrica calle Fray Luis de León, muy cerca de El Corte Inglés. Según el testimonio de los agentes, estaba sentado en un banco, con aspecto desorientado y con su potente ranchera marrón aparcada al lado y sin cierres de seguridad en sus puertas. Se disponía a sacar dinero de un cajero automático y se protegía detrás de unas gafas de sol.

¿Es usted Fermín Guerrero?

Sí.

¿Pero no sabe que le está buscando todo el mundo?

No hubo respuesta, solo un gesto con aparente aire afirmativo. «Estaba como desorientado. No entendía nada de lo que ocurría alrededor», insisten en la Policía.

«Estoy cansado»

El alivio por su localización, sano y salvo, se vio superado por las incógnitas. Las explicaciones del misterioso Fermín, como ya se le conoce, fueron gasolina en el fuego de las especulaciones. Del «fue algo ajeno al procedimiento e involuntario», pasó a motivos «privados, intrascendentes», para rematar con que «no hubo voluntad maliciosa de perjudicar a nadie».

Pasó el miércoles de resaca tumbado en un sofá, apenas contestó dos llamadas y envió un par de whatsapp. En uno de ellos resumió: «Estoy cansado y no quiero hablar, tengo que descansar». El jueves volvió a la brega judicial tras entonar el mea culpa ante toda la sala. Muy apreciado entre la prensa ya que es el único que les atiende tras cada jornada, ayer avanzó una nueva teoría que solo amplia aún más la diana sobre él. Reconoció haber estado en la comida con su colega y luego «haber tomado algo». Y fue más lejos al advertir que quizá le sentaron mal unos medicamentos que tenía que tomar y abrió la posibilidad de que «me echaran algo en la bebida». Todo lo tendrá que explicar en el expediente que le ha abierto el Colegio de Abogados de León.

Guerrero había participado en algunos casos sonados en Murcia, pero su eclosión como reputado penalista ha llegado en León. Entró en el caso recomendado desde Madrid, donde también tiene despacho y buenas conexiones con la judicatura. Fermín no cobra en euros sino en especie la fama que le está dando un juicio que le ha llevado al plató de Ana Rosa Quintana (Telecinco) y Susanna Griso (Antena 3). Completa la minuta residiendo en el propio piso de su clienta, Raquel Gago, al que tuvo que entrar la Policía durante su búsqueda.

Divorciado y con tres hijos, es un frenético de las redes. Ha convertido su Facebook en el mejor reclamo turístico de los encantos leoneses. En Murcia dirige un despacho de prestigio y se deja ver en Club de Tenis, donde se codea con la aristocracia local. Devoto de la ciudad santa de Caravaca de la Cruz, es también un reconocido hincha del Atlético de Madrid. «Lleva con orgullo apostar a perdedor», bromea un conocido suyo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios