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Pedro Sánchez.
Los diez momentos de Pedro Sánchez

Los diez momentos de Pedro Sánchez

El secretario general del PSOE cumple su primer año al frente de un partido al que ha intentado consolidar como alternativa de Gobierno

Carlos Pérez Gil (Efe)

Domingo, 26 de julio 2015, 13:02

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Pedro Sánchez ha cubierto su primer año como secretario general del PSOE en el que ha volcado su esfuerzo en consolidar al partido como alternativa de gobierno y en someterlo a un profundo proceso de renovación de nombres y contenidos para hacerlo más transparente y creíble ante los ciudadanos.

Desde que ganó en las primarias a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, Sánchez ha logrado, no sin dificultades, hacerse con las riendas del partido y reforzar su liderazgo interno con vistas a las generales tras recuperar poder municipal y autonómico.

Sánchez es ratificado por aclamación secretario general del PSOE el 26 de julio de 20154 en sustitución de Alfredo Pérez Rubalcaba, dos semanas después de derrotar en las primarias a Madina y Pérez Tapias gracias, en buena medida, al apoyo brindado por la andaluza Susana Díaz. "Aquí estamos de nuevo en pie, en marcha para cambiar España una vez más", es el primer mensaje de Sánchez en su estreno como líder socialista.

En su primera intervención ante el Comité Federal, Sánchez anuncia que se presentará de candidato a las primarias socialistas a la Presidencia del Gobierno programadas para el 26 de julio de 2015. En algunos sectores del partido, se interpreta que este paso suscita el malestar de Susana Díaz al romperse el 'compromiso' de que la carrera a la Moncloa quedaría para más adelante.

El PSOE presenta su código ético para mejorar la transparencia y ejemplaridad de sus cargos públicos, con medidas como que dimitirá de su puesto y causará baja en el partido a quien se le abra juicio oral. Sánchez garantiza que "extirpará, aunque sea duro, cualquier sinvergüenza con coraje y sin piedad".

Tras la reunión del Consejo de Política Federal del PSOE con los 'barones', Sánchez pide al jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, abrir el debate de la reforma de la Constitución y avanzar hacia un modelo federal para solucionar la crisis política de Cataluña. Días después, anuncia que el PSOE reformará el artículo 135 de la Carta Magna sobre la estabilidad presupuestaria, medida que José Luis Rodríguez Zapatero pactó con el PP en la recta final de su mandato.

En su primera visita a Estados Unidos, Sánchez se reúne con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y con delegados de Barack Obama para detallarles su agenda económica para que haya un "cambio estable" en España sin austeridad.

Sánchez sella con Mariano Rajoy el pacto contra el yihadismo para reafirmar la necesaria unidad contra el terrorismo ante cualquier consideración partidista". La firma del acuerdo, con el que el líder socialista pretende acentuar su perfil de hombre de Estado, genera críticas al PSOE por aceptar implícitamente la prisión permanente revisable pese a discrepar de esta pena.

Sánchez decide apartar al líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y nombrar una gestora para el PSM, lo que se interpreta como un golpe de autoridad para consolidarse en el partido ante el cuestionamiento de su liderazgo en semanas previas. Sánchez prepara el terreno para sustituir a Gómez por el exministro Ángel Gabilondo para ser candidato a las elecciones a la Comunidad de Madrid.

En su estreno en un debate del estado de la nación, Sánchez acusa a Rajoy de haber cometido un "gran fraude" en sus tres años de mandato, de llevar a España al "desastre" y de provocar "mucho daño" a los españoles con sus recortes. Sánchez sale reforzado ante los ciudadanos, al ganar el debate contra Rajoy por la mínima, según el CIS, y en el plano interno, al recibir el elogio de dirigentes socialistas.

Sánchez afronta su primera gran cita electoral, en la que los socialistas, pese a obtener el peor resultado en unos comicios municipales, consiguen un respaldo suficiente para recuperar poder local y presidir siete comunidades autónomas, además de entrar en el gobierno de otras dos.

Sin rivales en las primarias, Sánchez se convierte en cabeza de cartel para las generales en un acto al estilo americano en el que la novedad fue la exhibición de una gran bandera de España. El líder socialista promete que si llega a la Moncloa, liderará "un cambio que una, seguro y valiente" y en el que se reconozcan todos los españoles" desde "la moderación y el diálogo".

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