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NURIA VEGA
Sábado, 29 de noviembre 2014, 20:54
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El presidente del Gobierno evitó pronunciar el nombre de Podemos, pero sí alertó sobre «el populismo y el extremismo» en tiempos de «mucho ruido y confusión» en los que, señaló, «resulta muy fácil apuntarse alegremente al coro de los airados y de los frívolos».
Es lo máximo a lo que llegan en la Moncloa. El Ejecutivo evita hacer valoraciones del nuevo adversario que puedan generar el efecto contrario y alimentar el fenómeno del partido de Pablo Iglesias. De hecho, el viernes la vicepresidenta rechazó valorar las propuestas de Podemos desde la mesa del Consejo de Ministros.
Rajoy , sin embargo, quiso aprovechar su participación en un acto del PP en Barcelona para pedir «fuerza y coraje a los suyos» y contraponer su carácter y forma de hacer política frente a quienes proponen «ocurrencias y soluciones milagrosas a problemas que son muy difíciles».
«Hace falta determinación para defender algo que yo voy a defender siempre, porque creo que es bueno para España y porque yo soy así, que es la moderación, el sentido común, la prudencia y las ideas en las que uno cree», reivindicó. Ideas que en su caso, según defendió, están destinadas a «contribuir al bienestar de la gente, aportar seguridad y garantizar unos servicios públicos sostenibles».
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