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Opel Adam Rocks, silencio se rueda

Opel Adam Rocks, silencio se rueda

A la venta en noviembre, se ultima su puesta a punto con brillantes resultados en el laboratorio acústico

PPLL

Martes, 29 de julio 2014, 18:53

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A falta de cuatro meses para que el nuevo Opel Adam Rocks llegue a los concesionarios españoles, la marca afina los últimos detalles de todo el desarrollo principalmente los referentes al nivel sonoro. El laboratorio acústico de Rüsselsheim y el Centro de Pruebas en Dudenhofen, ambos en Alemania, han sido fundamentales tanto para lograr un nivel sonoro lo más agradable posible y ausencia de vibraciones como para que el confort de marcha resulte seguro y conforable.

El laboratorio acústico de Opel evalúa una gran cantidad de parámetros, necesarios en el proceso de ingeniería y que cada vehículo debe cumplir de acuerdo con las exigencias de ruido del fabricante. Detalles que abarcan desde la rumorosidad del motor, la apertura del techo abatible o el sonido de las puertas al cerrarse.

El techo y las paredes del laboratorio acústico están completamente insonorizadas. Es como un estudio de grabación, con materiales que absorben el ruido, y todos los elementos necesarios para analizar con aparatos sofisticados hasta el último decibelio que pueda originar el vehículo. Durante la prueba, el Adam Rocks es conducido sobre unos grandes rodillos que simulan lo que el coche puede experimentar en entornos reales, como resistencia del viento y calidad de rodadura. A diferentes velocidades, bajo condiciones controladas, e independientemente de la climatología, los ingenieros evaluaron el comportamiento del motor en varios regímenes.

El propulsor de este Opel, de un litro de cilindrada, está configurado en dos variantes de 90 CV o 115 CV, asociado a una nueva caja de cambios de seis velocidades. Las mediciones de ruido y vibraciones analizadas, así como su suavidad de rodadura, han convencido a los ingenieros de la marca. Varias medidas contribuyen para alcanzar el punto de referencia del refinamiento del motor, como el aislamiento acústico del bloque de cilindros, el árbol de levas, y un asilamiento estructural del sistema de inyección de combustible y el cigüeñal.

Aparte de ser silencioso, el Adam Rocks ha de tener un sonido potente y contundente, sobre todo durante las travesías offroad. Aquí, los ingenieros de Opel se ayudaron de recreaciones plásticas de cabezas humanas, incluidos los hombros, que recuerdan a los famosos dummies. Equipadas con sensores que recrean las partes más importantes del oído humano, de modo que varios micrófonos situados dentro de estos dummies, recogerán y grabarán el sonido tal y como una persona los percibiría.

Para conseguir un sonido que resulte agradable para sus ocupantes se utilizan mediciones binaurales, es decir, tridimensionales con el fin de distinguir las fuentes de sonido, ya sean aerodinámicos o estructurales. De esta forma, los ingenieros pueden determinar y analizar las diferentes fuentes de ruido, que en el Adam Rocks comprenden los del motor, del sistema de escape, componentes del chasis y carrocería, y también del habitáculo.

Al identificar la trayectoria del sonido, se puede modificar por ejemplo, qué tornillos han de ser revisados, para que el crossover urbano de Opel pueda alcanzar los valores establecidos. Una vez localizado el punto a mejorar, los cambios son realizados primero de forma virtual, y si los ingenieros están satisfechos con el resultado, entonces los ajustarán en el vehículo de pruebas para comprobar el sonido deseado en la vida real.

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