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Mini John Cooper Works, casi de competición

Mini John Cooper Works, casi de competición

Esta última versión, con 231 caballos de potencia, es la más deportiva de la gama

PPLL

Viernes, 12 de diciembre 2014, 13:06

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John Cooper Works es sinónimo de competición. Con esa denominación, Mini sitúa en lo alto de la gama a la que es sin duda la versión más deportiva y la más indicada para los conductores con una mayor experiencia al volante. Ahora se da a conocer la segunda generación con pequeñas modificaciones y un motor más potente con 231 caballos.

El propulsor es un cuatro cilindros de gasolina, desarrollado sobre el utilizado en el Cooper S; se ha trabajado para suavizar la entrega de potencia al acelerar fuerte gracias a la tecnología TwinPower Turbo. Es un dos litros de inyección directa con un aumento de potencia de un 6 %, y el par motor es también un 23 % más alto con relación a la versión anterior que era un 1.600 con 218 caballos. Los ingenieros han trabajado además sobre distintos materiales, como los pistones, para resistir esa mayor carga.

En cuanto a cifras, el par es de 320 Nm y se alcanza a solo 1.250 revoluciones, un régimen propio de un diésel y no de un coche casi de competición; lo más importante es que ese valor se mantiene constante hasta 4.800 vueltas. La potencia se consigue a 5.200 rpm, pero los 231 caballos siguen "empujando" hasta que la aguja del cuentarrevoluciones marca 6.000 vueltas.

Con la caja de cambios manual, el nuevo Mini John Cooper Works acelera de cero a 100 en 6,3 segundos aunque con la caja automática el dato es aún mejor: 6,1 segundos. El dato de recuperación para pasar de 80 a 120 km/h es de 5,6 segundos y la velocidad punta supera los 245 km/h. Destaca además el escape deportivo con el típico sonido de los motores de los modelos de John Cooper Works.

Lo que sorprende en este modelo de clara tendencia deportiva es que la caja de cambios manual de seis velocidades ofrece prestaciones menos brillantes y un consumo algo mayor que el cambio automático Steptronic de seis relaciones con levas en el volante, cuando lo habitual suele ser justo lo contrario. Además de esas dos décimas en la aceleración de cero a cien, el consumo medio es un litro más bajo en la media ponderada oficial. El manual gasta 6,7 litros a los 100 kilómetros con unas emisiones de CO2 de 155 gramos por kilómetro y el consumo del automático se reduce hasta 5,7 litros a los 100 kilómetros y con unas emisiones de 133 gramos por kilómetro.

El chasis deportivo del nuevo Mini John Cooper Works es ahora más ligero y resistente gracias al empleo de materiales de aluminio en la suspensión, lo que favorece la reacción a los movimientos del volante. En marcha, la conducción deportiva ofrece un comportamiento similar al de un kart. Los frenos son específicos para este modelo, desarrollados por el especialista en competición Brembo. Las mordazas son de color rojo y llevan el logotipo del fabricante.

Las llantas de aleación ligera de 17 pulgadas de John Cooper Works, de diseño Race Spoke, también fueron diseñadas especialmente para el nuevo modelo más deportivo de la marca. Opcionalmente se ofrecen llantas de mayor tamaño de 18 pulgadas.

El control de estabilidad de serie, incluye el control de tracción y el bloqueo electrónico del diferencial, con lo que resulta más fácil en conducción deportiva el comportamiento del coche en curvas. La dirección asistida incorpora un sistema que evita giros no controlados del volante, provocados por diversos momentos de giro que pueden manifestarse en las ruedas motrices. En opción se ofrece el control dinámico de la suspensión, un sistema que permite elegir entre dos reglajes, uno rígido para un estilo de conducción deportivo y otro para más confortable.

La carrocería del nuevo Mini dispone en el frontal de grandes entradas de aire para que la temperatura de funcionamiento del motor sea óptima en un circuito. El sistema de refrigeración incluye entradas de aire adicionales en el faldón delantero que garantizan una ventilación adicional y también para los frenos. La parrilla hexagonal en el centro va provista de una varilla transversal de color rojo con el logotipo de John Cooper Works. Los faros de led de serie están bordeados por el anillo de luz diurna, también de diodos luminosos.

Por fuera, el coche es muy llamativo con una línea roja en la parte lateral con el logotipo de John Cooper Works sobre fondo negro. Detrás, los tubos de escape deportivos, integrados en el centro del faldón, son de gran tamaño. En el interior, los instrumentos son los habituales de un coche deportivo y cuenta con unos asientos deportivos con el reposacabezas integrado y diseñados para mejorar la sujeción lateral. Estas butacas, con una tapicería especial en Dinamica, son de color Carbon Black y se comercializan en opción con tapicería combinada con cuero.

Destaca además el nuevo volante multifunción, molduras de entrada en los umbrales de las puertas, palanca de cambios con acabado John Cooper Works, pedales y apoyapié de acero inoxidable así como revestimiento del techo en tono antracita. La imagen de exclusividad se acentúa por el revestimiento interior en negro, y nuevos indicadores en el tablero de instrumentos, específicamente desarrollados para este modelo. El velocímetro tiene una esfera oscura, mientras el cuentarrevoluciones cuenta con una escala en blanco. La instrumentación incluye datos sobre la presión de aceite, la carga del turbo y, además, un cronómetro.

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