Un empujoncito público al buen trabajo

Como decía la rectora Pilar Aranda, las palabras que más se escucharon en el acto fueron las de amor, pasión, reconocimiento y orgullo. Las que habían surgido de las personas que intervinieron para agradecer los premios recibidos en la nueva convocatoria del Consejo Social de la Universidad de Granada.

La juventud se hizo presente con la distinción a dos representantes de la investigación, caso de Mercedes Murillo, del departamento de Prehistoria y Arqueología, y Fernando Manuel Moreno, del departamento de Ingeniería de la Construcción y Proyectos de Ingeniería. La primera recordó, divertida, cómo al matricularse alguien le dijo que «con lo orgullosos que estarán tus padres del expediente que tienes y lo vas a desperdiciar», en alusión a la carrera elegida y de la que afirmó sentirse encantada, recordando, eso sí, que los jóvenes tienen siempre antes sí una carrera de obstáculos.

Fernando Manuel, por su parte, no tenía pensado dedicarse a la investigación pero afirmó que, a raíz de una beca, «me atrapó», compartiendo el premio con todas las personas con las que ha venido trabajando. Animó a no cejar en el empeño con una anécdota: «Estuve aquí en el 2009 viendo este acto y nunca pensé que algún día sería yo quien ocupara el atril».

Javier de Teresa, presidente de la Comisión responsable de los premios, apoyó estas palabras recordando también que en 2013 fue premiado Salvador Arias, que hace unas fechas ha recibido la medalla de Oro de Andalucía. «Esto demuestra -dijo Javier- el alto nivel de las candidaturas». Y lo difícil que es elegir, añadió

Entre los distinguidos, Ciencia en la Alhambra, un proyecto de Unidad de Excelencia, impulsado por el profesor del departamento de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas Antonio Malpica y Carolina Cardell, profesora del departamento de Mineralogía y Petrología. Ambos destacaron la importancia de los trabajos que pretenden -con la colaboración de muchos investigadores y colaboradores- fomentar la sostenibilidad del monumento, compatibilizando «explotación, conservación y disfrute».

Gregorio Jiménez, presidente del Consejo Social, fue el encargado de cerrar el acto al que asistió la directora general de Universidades de la Consejería de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía, Dolores Ferre. Entre los asistentes, autoridades civiles, militares y académicas y familiares de los galardonados.

Antonio Romero, secretario del Consejo, fue dando paso a los distinguidos entre los que también estaba una empresa granadina, Domca, SAU, cuarenta años de trayectoria, dedicada al desarrollo de soluciones tecnológicas para el sector agroalimentario y a la producción de ingredientes para nutrición animal y humana. Alberto Baños, director de I+D, destacó que se trata de una de las pymes andaluzas con mayor actividad investigadora.

Emotivo fue también el premio para la Biblioteca de la Universidad de Granada por sus talleres virtuales sobre recursos de información. Su directora, María José Ariza, detalló algunos de los variados servicios que ofrecen, entre ellos, esos talleres -gratuitos y con reconocimiento de crédito- que están ayudando mucho. Una biblioteca que, como recordó la rectora es uno de los departamentos más valorado y contó la puesta en marcha del préstamo solidario -por el que se han interesado otras universidades- que consiste en pagar los retrasos en los préstamos, no con sanción económica sino con entrega de material escolar que se va a destinar a proyectos solidarios.

El palmarés de premiados se cerró con la Ciudad Autónoma de Melilla por distinguirse especialmente en actuaciones en ámbitos sociales. Concretamente, concretamente el desarrollo de los 'Planes de acción para la inclusión social de las personas con discapacidad en materia de empleo'. Lo recogía -el presidente

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