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Campo de trigo, uno de los cereales que provoca celiaquía.
Una nueva técnica detecta si un niño es celíaco con una punción en el dedo

Una nueva técnica detecta si un niño es celíaco con una punción en el dedo

Científicos de la Universidad de Granada desarrollan un nuevo sistema, económico y rápido, que permite averiguar si un niño de entre 2 y 4 años sufre celiaquía silente

R. I.

Miércoles, 10 de febrero 2016, 10:30

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Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado una nueva técnica sencilla y no invasiva que permite detectar si un niño de entre 2 y 4 años es celíaco sin necesidad de realizar una extracción de sangre.

Además, este sistema no precisa personal experimentado (aunque la interpretación sí debe ser realizada por personal sanitario), es rápida (se realiza en 10 minutos) y económica (10-12 euros por dispositivo) y lo más importante, en caso de población infantil, es que se trata de un método menos invasivo que la extracción sanguínea.

Este trabajo ha sido desarrollado por Mª Vega Almazán Fernández de Bobadilla, investigadora del departamento de Pediatría de la Universidad de Granada, y dirigido por José Maldonado Lozano. Parte de sus resultados han sido publicados en la revista Pediatric Research.

Como explica la autora, pediatra del Centro de Salud de Maracena (Granada), la idea de realizar este trabajo surgió para tratar de responder a la pregunta clínica surgida de mi asistencia clínica diaria: ¿qué prevalencia oculta o silente existe de la enfermedad celiaca en nuestro medio?.

Enfermedad celiaca silente

La enfermedad celiaca silente es aquella que pasa desapercibida a ojos del médico por tener síntomas menores imperceptibles hasta por el propio paciente. La celiaquía es una enfermedad sistémica causada por una intolerancia permanente al gluten de la dieta (contenido en el trigo, cebada y centeno) y afecta a personas con susceptibilidad genética. Se manifiesta mediante síntomas intestinales (malabsorción intestinal, distensión abdominal, diarrea, dolor abdominal) y con síntomas extradigestivos (cutáneos, dolores articulares, cefalea, etc.

Actualmente, para diagnosticar la enfermedad celíaca es necesaria la combinación de una sintomatología clínica, un estudio en sangre de anticuerpos de enfermedad celiaca positivos y un estudio histológico compatible mediante biopsia intestinal.

Los objetivos del estudio realizado en la Universidad de Granada fueron estudiar la prevalencia silente de la celiaquía entre los 2 y 4 años de edad, para lo que utilizaron unos dispositivos novedosos que permiten detectar los marcadores de la enfermedad (autoanticuerpos) en la sangre capilar del paciente.

Basta con una punción en el pulpejo del dedo del niño para extraer una gotita de sangre que se depositará en el dispositivo y, en caso de que el sujeto padezca la enfermedad, aparecerá una línea color rosada, similar a la de los tests de embarazo, lo que significará que en su sangre existen esos autoanticuerpos característicos de la enfermedad, explica Mª Vega Almazán.

Estudio con 198 niños

Un resultado positivo del dispositivo precisará confirmación con analítica de sangre y medición de los anticuerpos de la enfermedad por otros métodos, pero un resultado negativo permitirá descartar la enfermedad de un modo bastante seguro. Como hemos visto en nuestro estudio, un resultado negativo de la tira reducía la probabilidad de ser celiaco a cero, dado su elevado valor predictivo negativo.

Este estudio de la UGR permitió detectar a 6 niños celiacos de 198 estudiados (lo que supone una prevalencia muy elevada de un 3%, superior a la media europea), cuando todos ellos eran asintomáticos o con síntomas menores imperceptibles que no habían llevado a consultar con su pediatra por este motivo.

La confirmación de ese diagnóstico se hizo en la unidad de Gastroenterología Infantil del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, donde se procedía a la realización de endoscopia y toma de biopsia en esos 6 casos confirmados.

Se trata de un estudio novedoso, pues a nivel español y europeo son pocos los trabajos publicados con estos dispositivos en población aparentemente sana -afirma Mª Vega Almazán-. Disponer de este tipo de métodos diagnósticos en la consulta del médico de cabecera o del pediatra permitiría encontrar los casos de enfermedad celiaca que no se diagnostican debido a su sintomatología atípica y evitar procedimientos y derivaciones innecesarias, ya que un resultado negativo evitaría la necesidad de extracción sanguínea o de derivación a consulta especializada.

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