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El Defensor Universitario presenta el balance de 2014 ante el rector de la UGR.
La UGR pierde 7 millones de euros con la fuga de alumnos

La UGR pierde 7 millones de euros con la fuga de alumnos

El Defensor Universitario pide más flexibilidad al contabilizar las convocatorias y que no se tengan en cuenta aquellas en las que los estudiantes no se presenten

ANDREA G. PARRA

Jueves, 5 de marzo 2015, 00:47

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La Universidad de Granada (UGR) ha perdido este año siete millones de euros con la reducción de estudiantes. El dato lo reveló ayer el rector de la institución universitaria granadina, Francisco González Lodeiro, durante el claustro. La Universidad granadina ha visto cómo merma el dinero que recibe porque ha perdido estudiantes mientras que las universidades de Sevilla y Málaga han ganado.

González Lodeiro se refirió así a las últimas informaciones centradas en la reducción del número de estudiantes y aprovechó para reivindicar la necesidad de modificar el modelo de financiación universitario. «Yo he defendido siempre que la financiación debe ser por resultados», apostilló. En la actualidad es por tamaño, por el número de estudiantes.

La propuesta del rector de la UGR pasa por modificar el modelo y hacerlo de acuerdo a resultados de investigación, docencia o calidad. La situación actual de financiación de acuerdo a tamaño y número de alumnos, provoca que «la Universidad tenga que hacer un ERE». Así de contundente se manifestó ayer el rector González Lodeiro. Si se pierden alumnos, se verán también afectadas las plantillas de trabajadores.

La Universidad granadina cada vez tiene menos alumnos. En este curso 2014-2015, las cifras de matriculados en los grados y en los planes de extinción se han quedado en 51.823. El año académico 2013-2014 en los grados, licenciaturas y planes en extinción, el número de alumnos fue 54.849. En el serial de los últimos cuatro cursos la caída es aún mayor. En el 2011-2012 se matricularon en las diferentes carreras de la institución universitaria granadina 56.813 personas. En definitiva, en cuatro cursos, 4.990 alumnos menos.

Por otra parte, el rector González Lodeiro aprovechó su último claustro en el cargo -el siguiente sería en diciembre para la memoria de gestión- para informar de las diferentes obras. Habló de Ciencias de la Salud en el PTS, que ya está funcionando, de la Facultad de Medicina, que ya la han recepcionado, de Arquitectura, que espera que se recepcione el día 11 de este mes, de Ciencias Económicas, el módulo, que está funcionando, y la reurbanización del campus de Cartuja, que espera que esté finalizado en un breve plazo de tiempo.

Más manga ancha

El profesor Enrique Hita se despidió ayer del claustro de su cargo como Defensor Universitario. Leyó el informe de 2014 y lo hizo impartiendo algunas lecciones y defendiendo a los alumnos. Sugirió que se valore la posibilidad de modificar las actuales normas de permanencia, en el sentido de que al menos no se contabilicen las convocatorias a las que no se hayan presentado los estudiantes a los exámenes.

«No parece que sea mucho pedir, sabiendo además que esta medida que sugiero no tendría que afectar a la vigencia de otros criterios restrictivos de la permanencia, como los 14 semestres. que seguirían estando ahí como garantía del eficiente aprovechamiento de los recursos públicos por parte de todos los alumnos», recoge el Defensor Universitario en el informe, del que dio cuenta entre agradecimientos y halagos de los claustrales, que lo despidieron con un gran aplauso.

En el apartado de sugerencias, fueron muchas más las medidas propuestas. Con la norma de permanencia no es la primera vez que Enrique Hita es crítico porque pone muy complicado a algunos alumnos poder terminar sus estudios en muchos casos de carreras técnicas. También dejó por escrito su preocupación por un cambio de planes de estudio «demasiado rápido hacia un sistema 3+2».

Como Defensor Universitario, reivindicó la importancia de la revisión de exámenes. «Puede que sea el acto académico más importante que existe. Nada hay más meritorio en un profesor que conseguir que un alumno, al que ha tenido que suspender, conozca a la perfección la naturaleza de sus fallos y el sentido de su nota», defiende.

El Defensor Universitario en los último seis años y medio -su mandato terminó hace tiempo, pero se esperó hasta que se encontró alguien dispuesto a presentarse y ocuparse de este cargo- llamó la atención a los docentes sobre sus responsabilidades a la hora de aplicar los planes de estudio, sobre la necesidad de terminar de desarrollar normativamente el derecho al paro académico y valoró las medidas de control de la actividad profesional apoyada en la inspección de servicios. En el año 2014, la oficina del Defensor Universitario recibió 254 quejas y desarrolló otras 1.059 actividades. Las quejas han bajado en relación a 2013, cuando se presentaron 456.

Los estudiantes han sido los que más quejas han presentado, con un 87,8%. Les siguen el personal docente e investigador con el 9,1% y el personal de administración y servicios, solo el 2%.

La mayoría de las quejas fueron por procedimientos (48,4%), en segundo lugar figura la evaluación (20,9%) y después la docencia (8,3%), equivalencia de estudios (6,7%) y convivencia universitaria (4,7%). Los órganos de gobierno de centros y departamentos han sido sobre los que más se han quejado. Han aglutinado el 31,1% de las denuncias y le ha seguido organismos y servicios (28,3%), el profesorado (26,8%) y los órganos generales de gobierno (9,8%). Próximamente tomará posesión como nuevo Defensor Universitario el profesor Antonio Ángel Ruiz, que fue elegido por el claustro en el mes de diciembre.

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