La aceituna arranca al ralentí

Algunos de los molinos que abrieron para los aceites tempranos volvieron a cerrar posteriormente, a la espera de que los cosecheros les lleven aceituna. Otros se mantienen con escasas entradas.

Un buen ejemplo es la cooperativa Nuestra Señora del Pilar, de Villa carrillo. Es la fábrica de aceite más grande del mundo. Abrió el día 8, con entradas de aceituna durante los primeros días de unos 80.000 kilos. Hasta ayer le estaban entrando algo más de 260.000 kilos al día. En plena producción pasa de largo del millón de kilos diario.

De las 16 cooperativas del grupo Jaencoop, el mayor productor nacional, hay seis abiertas (las tres que hay en la localidad de Villanueva del Arzobispo arrancaron ayer, pero con entradas de aceituna todavía muy modestas en su primer día). En zonas de sierra, como la almazara de Chilluévar que forma parte del grupo, ya se recogió la variedad Royal, más temprana, y ahora hay un cierto parón.

Oro Bailén -una de las marcas señeras en la Campiña Norte- abrió el 1 de octubre, y a día de hoy ha recibido unos dos millones de kilos de aceituna. Aún son entradas pobres para lo que es habitual cuando la recogida de aceituna está al cien por cien. La mayor parte del fruto se ha dedicado a sus afamados aceites premium.

En la campiña sur de la provincia están las instalaciones de Cortijo Latorre, que también abrió en octubre para producir sus aceites de máxima calidad. A día de hoy sin embargo la producción está parada en su fábrica.

En los próximos días la mayoría de los agricultores se echará ya al campo. Hace días los pronósticos meteorológicos hacían albergar esperanzas de que lloviese a final de mes, pero a día de hoy se tiene casi la certeza de que el cielo seguirá azul hasta diciembre. Se espera que el lunes 27 la campaña esté ya generalizada en prácticamente todo Jaén.

Algunos agricultores con olivares de secano seriamente afectados por la sequía aún meditan qué hacer. Hay zonas donde la aceituna apenas si tiene el calibre necesario para que su recogida sea rentable, por lo que una posibilidad a tener en cuenta es aguantar todo lo que sea posible. Incluso hasta finales de diciembre, para esperar a lluvias de última hora que hagan engordar algo el fruto. En las condiciones actuales, buena parte de la cosecha se les iría por las zarandas de las limpiadoras.

El mercado, mientras, espera la entrada masiva de nuevos aceites tirando del precio hacia abajo. Sólo el virgen extra aguanta ya por encima de los 3,5 euros el kilo (con algunas operaciones cerradas a 3,4, pero también con partidas que se han vendido a 4,3). El virgen ha caído a 3,44 de media, y el lampante a 3,33.

Hace pocas semanas las cotizaciones estaban rondando los cuatro euros para los mejores productos y alrededor de 3,7 en los lampantes. Tal y como se preveía el enlace entre campañas ha sido suficiente -justo pero suficiente- por lo que los expertos advierten que no hay justificación para que haya tensiones y fuertes vaivenes en los precios.

La única explicación que encuentran los expertos consultados para explicar esta ligera bajada de precios de las últimas fechas es la mayor oferta sobre la demanda actual, que se atribuye a que muchas almazaras están sacando al mercado sus últimas existencias antes de recibir el aceite fresco del año.

Porque el mundo sigue queriendo aceite. Asaja-Jaén informó ayer en su página web que según los datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), el inicio de la campaña 2017-2018 ha sido «muy positivo, con un incremento del 9,5% de las salidas al mercado, con respecto al mismo período del año anterior, y un total de 115.660 toneladas de aceite de oliva comercializadas».

Hay dos vectores en torno a los cuales está girando el mercado en estas fechas. Uno es la sequía, con una reducción sobre la última campaña que puede estar en el 30% en Jaén y un 14% en España. Si no llueve en diciembre se comienza ya a temer seriamente no por la cosecha actual, sino por la 2018/19, ya que los olivos acumulan varios años de estrés hídrico que puede pasar factura. El otro vector es la mayor producción de varios países que el año pasado tuvieron muy poco aceite y que esta campaña recuperarán sus niveles normales: Italia, Grecia y Portugal, Túnez Turquía, Marruecos y Argelia.

Sin embargo, hay un factor fundamental de equilibrio en el mercado internacional: la oferta mundial de aceite de oliva prevista por todos los aforos está algo por debajo del consumo estimado para el para el año próximo. Los cálculos del COI son de una producción de 2,8 millones de toneladas para un consumo global de 2,9 millones.

Así pues, dado que España -y especialmente Jaén- es la gran despensa del mundo del aceite, al final el mercado tendrá que recurrir a las almazaras jienenses para abastecerse.