Edición

Borrar
Campanilleros a base de huevos.
Belenes artesanales a base de huevos y tapones de corcho, en Vilches

Belenes artesanales a base de huevos y tapones de corcho, en Vilches

Se encuentra en los edificios de Educación Infantil y de Primaria del colegio Nuestra Señora del Castillo de Vilches

JOSÉ A. GARCÍA-MÁRQUEZ

Jueves, 8 de diciembre 2016, 00:25

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El colegio Nuestra Señora del Castillo de Vilches se convierte estos días en improvisado lugar de culto para alumnos, padres, maestros e incluso también para personas que no tienen hijos en el centro educativo. El reclamo se encuentra en los edificios de Educación Infantil y de Primaria en cuyos interiores se exponen dos preciosos belenes artesanales, unas representaciones de figuritas que a los símbolos tradicionales del nacimiento, los Reyes Magos en sus camellos o la aldea de Nazaret, añade elementos del paisaje andaluz, de la arquitectura y de la orografía vilcheña.

Pero lo curioso de los belenes es que están hechos a base de huevos uno, de tapones de corcho otro, una muestra de cómo la imaginación y las cosas resueltas con cariño pueden dar resultados increíbles. Las madres de los niños son las autoras de estos grandes nacimientos en los que todas las figuras están hechas con el alfabeto de las manos. En el caso de los huevos la materia prima no es otra que la cáscara decorada con pintura. Las madres vaciaron los huevos por la parte más estrecha haciendo un agujero con mucho cuidado en uno de sus extremos para que luego se pudieran sostener en pie. Luego le echaron la imaginación necesaria para decorar las cáscaras hasta convertirlo todo en un Belén navideño escolar de alto valor decorativo. El de los tapones de corcho es fruto de mucho diseño y de acompañar la corteza del alcornoque con trozos de lana, retales de fieltro, cartulina de colores, palillos, algodón y pintura acrílica. Ideas geniales con la paciencia como protagonista.

En los belenes, además de la anunciación del ángel a María, la presentación en el templo, la anunciación a los pastores, el nacimiento, la huida a Egipto o la llegada de los Reyes Magos, llama la atención el grupo de campanilleros vilcheños que, asistidos, por bandurrias, laúdes, collar de campanillas, cántaro o rejas de arado, cantan los célebres 'aguilandos'. En esta ocasión los campanilleros son huevos de gallina o tapones, así que la exhibición del cante solo puede verse como una metáfora de la Navidad. Tampoco faltan otros elementos de la tierra como el templo parroquial de San Miguel con su nido de cigüeñas en la torre de la iglesia, la ermita de la Virgen del Castillo o los restos de la vieja fortaleza árabe.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios