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El terreno está ya muy pesado con las últimas lluvias.
A la cosecha de la aceituna le entra ya la prisa

A la cosecha de la aceituna le entra ya la prisa

La lluvia y las fiestas aún tendrán incidencia en los próximos días, con miles de parados esperando un jornal y el lampante cotizando ya a 3,2

J. E. POVEDA

Lunes, 5 de diciembre 2016, 01:37

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Los pronósticos del tiempo dan agua para hoy. Y para la noche del domingo al lunes. Llueve ya sobre mojado. Tanto que el campo está pesado y se tardará aún en comenzar a recoger la aceituna. Una cosecha con más de dos millones de toneladas de aceitunas, que darán unas 542.000 toneladas de aceite, está colgado de los olivos de Jaén, esperando. Se confiaba en una recolección temprana, generalizada en el último tercio de noviembre. Pero comienza ya diciembre y el panorama no es bueno. La próxima semana está marcada por dos días de fiesta, con lo que las cuadrillas puede que tampoco salgan completas. Y a partir del domingo 11 puede comenzar a llover de nuevo, según los pronósticos (no muy precisos a tan largo plazo). El inicio generalizado de la aceituna se retrasa. Y empieza a no venirle bien a nadie. A los olivareros, a los jornaleros y a los mercados les está entrando la prisa.

Los olivareros temen que las demoras les hagan perder kilos y calidad. El fruto está ya en casi todas las comarcas en el momento adecuado para recogerlo. La lluvia de estos días es buena ya para el año que viene. A nadie le interesa que comience a caerse al suelo.

Además, con los precios actuales del aceite robar aceituna vuelve a ser interesante. El temor a sufrir la visita de una cuadrilla de furtivos siempre está ahí.

Pendientes demás del arranque de campaña están también los 57.533 parados jienenses que constan en el Servicio Público de Empleo Estatal. En noviembre el efecto de la cosecha comenzó a tener repercusión con un descenso de 870 parados en el sector de la agricultura, el puntal de la bajada del paro en el último mes. La aceituna es posiblemente la mejor oportunidad que muchos tendrán para trabajar en todo el año. Llegan además las fiestas navideñas, y muchas familias esperan llegar a ellas con un buen número de jornales trabajados y cobrados para celebrar las fiestas con cierto desahogo. El parón por la lluvia está ocasionando desasosiego.

Varios miles de inmigrantes recorren la provincia de Jaén estos días buscando una cuadrilla de aceituna donde enrolarse. Vagan de albergue en albergue (hay 21 abiertos en la provincia, con más de 700 plazas). Los que no caben en los albergues se buscan la vida en cajeros, pasajes y rincones abrigados. Pasan los días en estaciones de autobuses y soportales. La lluvia y el mal tiempo hacen más dura su búsqueda de trabajo.

Los precios

La tensión llega también a los mercados. El enlace entre campañas era el menor de la historia reciente, por lo que las existencias estaban justas para una campaña que comenzase a producir aceite nuevo a mediados de noviembre. Se está retrasando la entrada de nuevo género en los circuitos comerciales.

Además, todas las entidades que hacen aforos y cálculos de cosecha los están afinando a la baja en las últimas semanas. El último en hacerlo ha sido el Comité Oleícola Internacional, que estima que la producción mundial caerá en un 14% respecto al año pasado. En España el descenso será de apenas un 6%. En otros países será una pésima campaña. En Italia la caída estimada es del 49% y en Grecia un 19%. En Túnez y Marruecos, los principales productores fuera de la Unión Europea, el descenso estará entre el 29 y el 15%. Una quinta parte del aceite que se produzca en el mundo saldrá de Jaén.

Los inconvenientes y nervios en torno a la cosecha se están reflejando en los precios. En los últimos días la cotización del virgen extra ha subido hasta los 3,55 euros por kilo, unos céntimos por encima de lo que marcaba la semana anterior, mientras que el lampante ha llegado a los 3,2, un precio muy interesante. Todos los expertos han coincidido en los últimos días en que cuando entre aceite nuevo al mercado no hay motivos para pensar en que los precios abandonarán la franja de los tres euros por kilo.

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