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Juan Esteban Poveda
Viernes, 2 de diciembre 2016, 11:35
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Un hombre ha sido detenido por la Guardia Civil en un área de servicio de la autovía A-4 cerca de Bailén a los mandos de una furgoneta que iba cargada con media tonelada de hachís. La droga iba el fardos, sin disimular, apilada en la trasera del vehículo.
Los agentes del Instituto Armado estaban la pasada madrugada en un servicio rutinario cuando vieron que una furgoneta hacía maniobras extrañas al detectar al coche patrulla. Comenzó a dar frenazos y acelerones, como si dudase si pasar por delante de la patrulla que estaba en la salida de un área de servicio a la altura del kilómetro 259 de la autovía.
Los guardias le dieron el alto. El tipo, según las fuentes consultadas, mantuvo la calma. Explicó que había salido de Málaga. La furgoneta era alquilada. El sexto sentido de los agentes con experiencia en la carretera se activó. Y le pidieron que se bajara, que iban a echar un vistazo a la carga. El hombre seguía manteniendo la calma.
Al abrir la trasera, aparecieron los fardos. Quince paquetes con rótulos y perfectamente envueltos para hacer fácil su traslado y manipulación. Los agentes arrestaron inmediatamente al conductor, que fue conducido al cuartel del Instituto Armado en Bailén, donde espera a que lo reclame la autoridad judicial.
El detenido es un vecino de Albacete. Durante años fue transportista profesional. Llevaba tiempo en paro, en una situación económica muy dura para su familia.
Se trata de uno de los mayores alijos de hachís incautados en la carretera en Jaén en el último año.
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