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Descenso de una niña tras tocar el manto de la Virgen.
Deslumbró por las calzadas

Deslumbró por las calzadas

La Virgen de la Cabeza irradia pasión y profundo fervor en el Cerro

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ

Lunes, 25 de abril 2016, 00:56

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La Virgen de la Cabeza alumbró a los miles y miles de devotos que en la jornada de ayer vinieron a adorarla y venerarla por sus faldas del Cerro de la Cabeza, en una jornada espléndida y radiante en la sierra y en la Basílica, aunque ya rebasado el mediodía se notó algo de calor, que junto el retraso de la procesión dejó algo exhaustos a algunos integrantes de las cofradías, a los que la fe que les profesa a la Cofradía Matriz es inquebrantable, como ya evidenciaron en años anteriores cuando las condiciones meteorológicas les fueron mucho más adversas.

La Virgen de la Cabeza portó ayer el manto elaborado en el año 2009 para la conmemoración del centenario de su coronación canónica y patronazgo sobre la ciudad de Andújar. Este manto es de tisú, bordado en oro fino y fue diseñado por Pedro Palenciano en su taller. Destacan 400 flores bordadas. Las coronas y rastrillo también se realizaron en el Centenario de la Coronación. Cuando salió del templo resplandeció más que el sol que ayer reinaba en Sierra Morena.

Pero antes, la alborada fue intensa en el Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza. Los últimos rezos al Santo Sacramento se entremezclaron con el goteo de incesante de cofrades, devotos y romeros subían bien al camarín, o ante los pies de la Virgen para musitarle las súplicas con el corazón y los labios. Gentes de diversas partes, de Andújar, de los pueblos de la comarca, de la provincia y de todas partes de España, se posicionaban en el camarín para ver a la Virgen pasear señorial por las faldas del cerro.

Entre ese ingente grupo se encontraba Iluminada, natural de la localidad granadina de Deifontes. Viene todos los años por la fe que le profesa a la Virgen de la Cabeza. Esta vez llegó acompañada de su prima Antonia, quien asistió ayer por primera vez a la Romería y quedó encantada. En el fondo, a ambas les mueve el enorme amor que le profesan a la Virgen.

La concurrida romería tiene visitantes de todas partes de España y de varias zonas del extranjero. Las 67 cofradías que ayer asistieron se extienden por las ocho provincias andaluzas, Castilla-La Mancha, Valencia, Cataluña y Madrid.

El ardor romero se fue intensificando cuando se produjo ese traslado catártico de la imagen de la Virgen de la Cabeza desde su camarín hasta las andas. Ayer se produjo un hecho muy singular en este culminante episodio. Cambiaron los cuatro protagonistas respecto al año pasado. Fueron partícipes de este recorrido que se realiza entre los vítores apasionados de los asistentes en el templo, el hermano mayor de la Cofradía Matriz, Guillermo Cervera; el alcalde de Andújar, Francisco Huertas; el comisario de la gestora de la Matriz, Ramón Colodrero; y el hermano mayor de Colomera; Santiago Martínez; que regresa tras desempeñar este cargo mediada la década de 1990.

La entronización de la imagen de la Virgen de la Cabeza precede a otro momento más destacado de la procesión de 'La Morenita', su salida a la calle para que la venera y exalte todo un pueblo que la quiere y la ama. Los anderos, que estuvieron toda la noche en vigía, realizan un esfuerzo titánico para sacarlas de las puertas del templo. «Se viven momentos de mucha intriga y pasión , porque llevamos todo un año esperando», explica uno de los anderos, Javier Moya.

Para los trinitarios de andas también fue un momento muy especial. El privilegio les correspondió ayer a Sergio García, nacido en Alcalá la Real y miembro de la Comunidad Trinitaria de Algeciras, y para Jesús Ferrer, natal de la localidad algecireña y miembro de la Comunidad Trinitaria de Granada. Sus brazos fueron la extensión de los miles y miles de deseos arcanos de los devotos de María Santísima de la Cabeza que ayer acudieron a su cita con la Virgen de la Cabeza. Todos lo años dejan la estampa de la acogida de los niños en sus brazos para acercarla con 'La Morenita'.

Eucaristía

Una pequeña procesión desembocó en la Eucaristía, que ayer si se pudo celebrar en el exterior del templo. Estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo y concelebrada por el superior provincial de los trinitarios de España-Sur, Pedro José Huerta; por el rector de la Basílica y Real Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, Domingo Conesa y por varios sacerdotes de la ciudad de Andújar y de varias diócesis.

Será la última romería en la que Ramón del Hoyo López ejerza de obispo de la Diócesis de Jaén. En su homilía habló del drama de la cruenta guerra civil de Ucrania, de la visita del Papa a la isla de Lesbos y su acogía de refugiados y de la gran capacidad de convocatoria de la Virgen de la Cabeza, que nunca imaginaba. Dedicó su discurso a las medios de comunicación, que antes, en la rueda de prensa previa de todos los años fue aplaudido. Fue el obispo que luchó para que la imagen de la Virgen de la Cabeza fuera condecorada con la Rosa de Oro y dentro de sus 11 años como pastor de la Diócesis de Jaén, el santuario pasó a denominarse Basílica. Pero también han existido espinas, como la decisión de nombrar a una gestora en la Cofradía Matriz y espera que llegue la calma, aunque en esta Romería aún se han visto rescoldos como en el primer domingo de publicación de banderas y en la presentación de la Real Cofradía Matriz en la noche del sábado dentro del Santuario. Cuando predominen los valores de unión y cristiandad, llegará la paz.

Fue una Misa muy especial, porque estuvo dedicada a la memoria del padre del hermano mayor, Guillermo Cervera, recientemente fallecido. Cervera y su esposa, Ana María Gómez, serán recordados por su gentileza y entrega sincera en su etapa de representación de la Matriz, que concluye el mes que viene. Una Misa por tanto, que dejó sensaciones muy variadas.

Todas las cofradías filiales viven con una emoción muy íntima la Eucaristía. La cofradía de Sevilla se apresta a vivir momentos muy especiales en este semana. Cuando no se haya recuperado del fragor y efervescencia romera de estos días, la imagen de 'La Morenita' que se venera en la capital hispalense saldrá este viernes día 29 de abril en extraordinaria procesión desde San Juan de la Palma hasta la Catedral para presidir el pregón de Glorias en Sevilla. El hermano mayor, de la cofradía de Sevilla, Juan Herrera, califica este hecho de «maravilloso». La procesión arrancó tras la Misa con algo de retraso (la tardanza determinó el desarrollo ulterior de la procesión) y volvió a dejar estampas impactantes en la plaza del Santuario y a su regreso entre lágrimas, sollozos y esfuerzos. Aparte del estallido de furor que provocó su paso por la Ciudad de las Carretas, el lanzamiento de pétalos a su paso por la casa de cofradías de Baena, y el recuerdo a un antiguo presidente de la cofradía de Noalejo, ayer fue el día de la cofradía filial de La Carolina, que se fundó en el año 2002.

Inauguró su Casa de Hermandad en el Cerro y se ubica entre las casas de hermandades de Carchelejo y Granada. El cortejo de la Cofradía de la Carolina, se quedó al lado de su casa y fue objeto del acto reverencial y saludo de los estandartes y del tremolar de banderas y del abrazo de las demás cofradías. Después, la imagen de la Virgen de la Cabeza de detuvo un instante. Paloma García, vocal de concentraciones cofrades, confesó que llevaban esperando este momento 12 años y añadió que han trabajado mucho para conseguir este anhelo. Será una sede para unir los cofrades actuales y venideros de la hermandad. Son unos 300 cofrades y en septiembre celebran su fiesta. El lanzamiento de pétalos a la Virgen coronó seis años de esfuerzo y a una implicación de todos sus cofrades, como explica su tesorero y antiguo hermano mayor, el andujareño Eufrasio Colino, que alaba el compañerismo que tiene con las demás cofradías.

Después de este tierno momento, la procesión encaró su recta final y se encerró en su templo casi con una hora de retraso. Las filiales aguantaron de nuevo la espera apiñadas en las calzadas, como hace unos años aguantaron estoicas ante la granizada. Es signo de fidelidad.

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