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Lanzamiento de la pava en una imagen de archivo.
El nuevo Código Penal permite tomar medidas cautelares para que no tiren la pava de Cazalilla

El nuevo Código Penal permite tomar medidas cautelares para que no tiren la pava de Cazalilla

Hay informes y expedientes de Guardia Civil y Medio Ambiente sobre lo que ha ocurrido en los últimos diez años por si hay delito por maltrato animal

Juan Esteban Poveda

Miércoles, 20 de enero 2016, 00:45

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El 3 de febrero, día de San Blas, un hombre sube al campanario de la iglesia de Cazalilla con las últimas luces del sol. Muestra una pava de buen tamaño a la multitud que espera en la plaza. Y la suelta. El ave cae aleteando torpemente. Los mozos luchan por coger al animal si cae sobre sus cabezas, o lo persiguen por los tejados si es menester. Así ha ocurrido durante más de un siglo, pues la fiesta de la pava se remonta a finales del XIX o principios del XX. Pero puede que este año se encuentre con un obstáculo. Es la primera edición de la pava de Cazalilla con el nuevo Código Penal en vigor, y los cambios legislativos permiten ahora adoptar medidas judiciales cautelares si un juez apreciase que, a la vista de lo ocurre cada año, tirar la pava desde el campanario es delito de maltrato animal.

La redacción de la nueva norma establece castigos de multa por delito leve para quienes «maltrataren cruelmente a los animales domésticos o a cualesquiera otros en espectáculos no autorizados legalmente». Y también contempla la posibilidad de tomar medidas cautelares si se tiene conocimiento de que se va a perpetrar un delito aunque sea leve (antes no se podían tomar en caso de indicios de falta).

Hasta ahora nadie ha denunciado el lanzamiento de la pava como delito de maltrato animal. Aunque desde 2004 sí hay denuncias por vía administrativa. Y por esa vía hay expedientes tramitados por la Junta de Andalucía que sostienen que el ritual seguido otros años supone «someter a la pava a sufrimientos innecesarios y tratamientos antinaturales prohibidos».

Fuentes consultadas en los últimos días apuntan a que se está estudiando una denuncia que incluya la petición al juez de que se adopten medidas cautelares para impedir el lanzamiento.

Incluso se han solicitado ya a la Guardia Civil informes detallados del desarrollo de la fiesta otros años y del escenario donde ocurre el lanzamiento, y también Medio Ambiente ha compilado todos los expedientes sancionadores levantados hasta la fecha. No hay ninguna decisión tomada hasta ahora. Pero sí existe la posibilidad de que se pidan medidas cautelares para que no se lance la pava este año. Y en ese caso un juez tendría la última palabra.

La situación se complicaría mucho para quien se atreviese a tirar la pava, caso de que se acordasen medidas cautelares. «No se trata de provocar un enfrentamiento o que alguien resulte herido. Pero se podría pedir el precinto del campanario. Si se lanzara aún así la pava, el autor no sólo podría incurrir en un delito de maltrato animal, sino en otro de quebrantamiento de medida cautelar decretada por un juez. No se enfrentaría a una multa de 2.001 euros por vía administrativa sino a un procedimiento penal por varios delitos», dicen las fuentes consultadas.

Una colecta

La fiesta de la pava no está autorizada, y cada año la administración multa al que la tira. Le imponen 2.001 euros por falta muy grave. Hasta quien era alcalde de Cazalilla en 2014 admitía en una entrevista concedida a El País que los vecinos «hacen una colecta para pagar» entre todos. Se da la circunstancia de que el alcalde era Juan Balbín, regidor durante veinte años y hoy delegado de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, y como tal la persona responsable del expediente sancionador. Desde grupos ecologistas se considera tanto la cuantía de la multa (podría llegar a 30.000 euros) como el hecho de la colecta como una burla.

«Es imposible que no la tiren. (...) Se generaría un problema mucho mayor: la gente saldría a tortas con la Guardia Civil. Yo sé cuál es el sentimiento de mi pueblo, porque coincide con el mío: soy totalmente partidario de esta fiesta, el animal no sufre», decía el antes alcalde y hoy delegado hace apenas dos años.

El año pasado hubo enfrentamientos entre miembros de grupos ecologistas y vecinos. Este año volverá a haber un fuerte despliegue de la Guardia Civil para garantizar la seguridad. Se lance o no la pava.

El Partido Animalista PACMA ha recogido ya más de 30.000 firmas contra el lanzamiento y ha solicitado al Obispado que cierre la iglesia y no colabore.

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