La hora de la verdad contra el fuego

Cuando se echó la noche y se retiraron aviones y helicópteros, los más de 600 forestales y militares que luchan contra el fuego de Quesada seguían luchando contra el avance de las llamas con una arriesgada maniobra de contrafuego: quemaron el monte cerca del Guadiana Menor de forma controlada para que cuando llegase la cabeza del incendio ya no tuviese con qué alimentarse. Los retenes quedaron pie a tierra trabajando durante la madrugada para mantenerlo a raya. Esta mañana está prevista una nueva ofensiva por tierra y por aire para estabilizar el frente, aprovechando el fresco de las primeras horas de luz y que justo es el momento con menos aire del día. Ese es el plan. El éxito dependerá del viento, que anoche parecía dar tregua. Al fin se veía la luz entre la humareda que desde el domingo ha rodeado al mayor siniestro forestal en Jaén en una década, que ha arrasado ya miles de hectáreas (se habla ya de «bastantes más» de las 2.000 que se dijeron hace unos días).

Si la nueva línea defensiva queda desbordada las llamas arrasarán la ribera del Guadiana Menor y pueden entrar en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, que de momento no se ha visto afectado. La catástrofe ecológica sería aun mayor entonces.

«Sin ser excesivamente optimistas, la situación invita a la esperanza. El fuego no avanza con la velocidad que lo hacía y la cabeza del incendio se está reconduciendo hacia una misma zona para poder ser más asequible su ataque», informó por la tarde el Ayuntamiento de Huesa.

El delegado de Medio Ambiente, Sebastián Quirós, explicaba a través de su cuenta de Facebook que «el plan establecido por el equipo de dirección del incendio está dando buenos resultados. Por un lado se está conteniendo un frente (por el sur) y por otro se está encajonando a otro (más al este). La acción de todos los efectivos terrestres y aéreos que están participando están consiguiendo estos objetivos».

El delegado resaltaba las dificultades que se han encontrado los equipos de extinción. «Este incendio es para que se estudie, pues al escarpado del terreno se le une unos fuertes vientos y una prolongada ola de calor. El resultado es que en algunos momentos la zona se convertía en un volcán de fuego por la existencia de tantos barrancos a lo que se le sumaba vuelos de pavesas a más de 100 metros que rompía las líneas de cortafuegos».

«Jamás se había conocido incendio igual por causas naturales, su casuística, las variables, las condiciones meteorológicas tan cambiables, los picos de temperaturas y el propio comportamiento del fuego», lamentaban desde Huesa, con mucho monte arrasado en su término y 29 vecinos de la aldea de Ceal y cortijos cercanos desalojados.

«El desalojo de Ceal se mantiene mientras tanto siga presente el riesgo de las columnas de humo, es una medida de seguridad por el riesgo que supone que la dirección del viento traslade el humo a Ceal y cortijos colindantes».

Tanto el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, como el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal, destacaron la coordinación entre las administraciones contra el incendio originado el pasado día 5 de julio en el paraje Estación de Larva, en Quesada.

Fiscal explicó que ayer se intentaba «frenar el flanco más importante, el del suroeste» y que en este sentido las condiciones climatológicas se han convertido en el principal enemigo para poder estabilizar el fuego, ya que las temperaturas siguen siendo muy altas.

Los medios

Ayer estaban en las tareas de extinción más de 500 profesionales (23 grupos especialistas, 2 secciones de intervención de la UME y 5 brigadas de refuerzo). A ello hay que sumar 22 medios aéreos -10 de los cuales son aportados por el Ministerio- ,10 vehículos autobombas, 14 vehículos de extinción de la UME, 2 ambulancia de la UME, 2 vehículos de comunicación, un bulldoze, una unidad médica de incendios forestales, una unidad móvil de meteorología y transmisiones y una unidad avanzada de análisis y seguimiento de incendios forestales.

Un frente que se abría más al sur, cerca de la Estación de Huesa, pudo ser contenido. Los retenes del Infoca, apoyados por soldados de la UME, bregaron entre los rescoldos para su control total en tareas de remate, liquidación y vigilancia.

La secretaria general del Partido Popular andaluz, Loles López, exigió ayer por su parte «la mayor urgencia en la evaluación de daños y premura inmediata» en las líneas de ayudas para las familias en los municipios afectados y en los trabajos de recuperación de las zonas afectadas por los incendios. López, que visitó la zona afectada, insistió en que «el daño está hecho pero no podemos permitir que el futuro socioeconómico de la zona también sea pasto de las llamas».