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Un agente de la Guardia Civil en la zona donde ocurrieron los altercados de la semana pasada
Castellar, un pueblo tranquilo

Castellar, un pueblo tranquilo

Pese a los incidentes de las últimas semanas, tiene un índice de delitos bajísimo | La justicia zanja con multas y órdenes de alejamiento los altercados que han roto la paz social en la localidad

Juan Esteban Poveda

Viernes, 29 de agosto 2014, 03:35

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Los vecinos de Castellar digieren la sentencia del juzgado de Villacarrillo que condena a multas e indemnizaciones por valor de 16.000 euros a seis implicados en una trifulca el lunes día 18 a los que se impone también un alejamiento de sus víctimas que desembocaron en altercados en los que centenares de vecinos exigieron que se echara del pueblo a dos familias a las que se tacha de conflictivas. Durante las movilizaciones los vecinos han hablado de falta de seguridad, de delitos, de violencia. Sin embargo, fuentes consultadas en el mundo de la Justicia y diversas autoridades se refieren al pueblo justo en sentido contrario:«Castellar es un pueblo tranquilo», insisten. En la localidad se mantiene una presencia de la Guardia Civil fuerte aunque menor que días atrás, dado que siguen circulando mensajes convocando a través de redes sociales.

En lo que va de año, y hasta los altercados de agosto, Castellar no aparece citado en ninguno de los resumes diarios que facilita a la prensa la Guardia Civil con las incidencias más destacadas del día en la provincia. Cuando se pide a diversas autoridades que recuerden los últimos delitos de los que se tiene noticia en el pueblo, la respuesta es silencio. Una vez hechas las consultas pertinentes, apenas si se pueden citar este año dos o tres casos en los que las fuerzas del orden público intervinieron por malos tratos, algún hurto de aceituna excepcional y aislado y un par de robos de poca monta de maquinarias en naves agrícolas. Eso en ocho meses.

No constan en el circuito judicial hasta los incidentes del 19 de agosto diligencias por daños, drogas, lesiones, alteraciones del orden público, estragos, amenazas, agresiones físicas o verbales o cualquier otro tipo de delitos que indiquen una situación de tensión social o de delincuencia habitual. Malos tratos, un hurto de aceituna y un par de robos. Es todo de lo que la Justicia tiene constancia.

No se denuncia

Distintas fuentes consultadas lo expresan de otra forma. «Es todo lo que se ha denunciado». Porque el consejo de las autoridades en situaciones así siempre es el mismo: Si alguien considera que sus derechos han sido vulnerados debe denunciar en un juzgado o en el cuartel de la Guardia Civil. Sin una denuncia, los sistemas legales previstos para proteger al os ciudadanos no pueden intervenir. En Castellar no constan denuncias apenas, a pesar de que muchos vecinos dicen haber conocido hechos protagonizados por estas familias conflictivas (una se fue del pueblo y la otra sigue en la localidad pese a que su casa está muy cerca de la de los agredidos).

La sentencia considera probado que los seis acusados se dirigieron a las 21,00 horas del 19 de agosto al domicilio de un vecino «comenzando a causar destrozos en la vivienda y en tres vehículos» por valor de «8.229,85 euros». Además, agredieron y «causaron lesiones» al propietario y a su hija «precisando ambos primera asistencia tardando en curar dos días no impeditivos», así como a la esposa del hombre, aunque «sin llegar a causarle lesión». Les condena por daños, de dos faltas de lesiones y una falta de maltrato. La sentencia es ya firme.

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