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No faltaron los bailes en el ferial.
La feria de día resiste al calor en el ferial

La feria de día resiste al calor en el ferial

La nota de color la pusieron los cientos de vestidos de gitana que se pudieron ver por las casetas y por el Parque del Pisar al mediodía

JÉSSICA SOTO

Martes, 30 de agosto 2016, 01:02

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Si hay un día en el que los vecinos se echen a la calle para celebrar la fiesta ese es el 28 de agosto. La onomástica de San Agustín, patrón de las fiestas de Linares, es una fecha señalada por muchos para visitar el recinto ferial.

Las altas temperaturas que se registraron no frenaron a los vecinos y visitantes que vivieron de forma intensa la feria de día. El día grande de la feria lo es también de los vestidos de gitana. Grupos de amigas y de familias los sacaron a relucir al mediodía. «Nos vestimos siempre el día 28 al mediodía porque es el más importante. Todas estrenamos trajes este año y lo que más nos gusta es bailar en las casetas. Se pasa calor pero se lleva bien», comenta Irene, una joven que disfrutó de la feria con unas amigas. De Valencia vinieron otro grupo de matrimonios en los que ellas pusieron la nota de color a la feria. Juan Antonio es un linarense que abandonó con su familia la ciudad cuando era un niño, pero que procura venir todos los años de Valencia para recordar su tierra.

«Ha cambiado mucho la feria. Antes íbamos al recinto de Linarejos y la veo muy diferente. Me gusta mucho el ferial y este año he conseguido convencer a algunos amigos para que viniesen también porque la recordaba de cuando era niño y me hacía ilusión que la viesen», sostiene Juan Antonio. Uno de sus amigos, que ha venido acompañado por su mujer, es Amador. Califica la feria de Linares de «espectacular» y revela que soportan el calor «con cervezas y refrescos», asevera.

Precisamente, no faltaron las cervezas, los finos y demás bebidas para festejar el 28 de agosto. Las tapas que se sirven con ellas tampoco se echaron en falta, además de los platos populares y raciones varias que cada día preparan en las casetas. Las paellas, carne en salsa, pinchos y bocadillos, entre otros manjares, supieron saciar el apetito en las 'maratonianas' jornadas para algunos. Los que más resistieron, sobre todo, fueron los jóvenes. Las casetas con música más movida prácticamente no pararon su actividad en todo el día.

Por la noche, los vestidos de gitana desaparecieron pero no las ganas de seguir disfrutando y pasárselo bien de los vecinos y visitantes. El hecho de que se celebrase el único festejo taurino de esta feria de San Agustín, hizo que el aforo de la feria se viese incrementado por los aficionados a la fiesta nacional.

La actividad en el recinto ferial se prevé que sea menor en los últimos días. Habrá, sin embargo, un repunte de visitantes el último día para ver los fuegos artificiales.

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