Edición

Borrar
El mercadillo vuelve a su antigua ubicación hasta que pase la Feria de San Agustín

El mercadillo vuelve a su antigua ubicación hasta que pase la Feria de San Agustín

Los vendedores señalan que les gusta estar más próximos al Santuario de la Virgen de Linarejos y que este verano perderán cuatro días de venta

J. SOTO

Viernes, 29 de julio 2016, 00:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Desde el pasado martes y hasta que se celebre la Feria de San Agustín, el mercadillo se ubicará en su antigua localización. La instalación de las atracciones mecánicas y de las casetas impide que los puestos puedan permanecer en el Parque del Pisar. Lejos de provocar una molestia para los vendedores, estos parecen estar encantados con el cambio de sitio. Los motivos fundamentales son dos. De un lado, aseguran que tienen más sombras para permanecer allí las mañanas de los martes y viernes. De otro, afirman que este lugar es más propicio para la venta puesto que son muchas las personas que caminan todos los días hasta el Santuario de la Virgen de Linarejos y no tienen que desviarse hasta el recinto ferial para poder ver los artículos que se venden en el mercadillo. Según una de las vendedoras ambulantes, «si es por ventas, prefiero donde estamos ahora mismo», sostiene. En su caso vende un 90% más ahora que cuando está en el Parque del Pisar. Otro de los vendedores, Juan, coincide con su compañera, aunque él no nota tanto la diferencia en la venta. «Yo vendo un poco más porque aquí se está más fresquito con las sombras de los árboles y pasa más gente», apunta. Otro vendedor subraya que no es solamente deseo de los comerciantes estar allí sino que también se lo trasmiten así los clientes. «Nos gusta estar aquí y ellos nos lo dicen también. Allí los clientes no pueden entrar sus coches al ferial y los tienen que dejar más lejos. Aquí arriba no molestamos a nadie ni tampoco impedimos el tráfico», asevera. Los vendedores también se quejan de que tendrán que abonar la misma cuota que el resto del año, pese a que los días 5, 26 y 30 de agosto, y 2 de septiembre no podrán poner sus puestos. «Esos días no nos dejan trabajar pero sí nos lo cobran», sostiene la vendedora. Los vendedores tienen que abonar cerca de 300 euros al Ayuntamiento por poner sus puestos ambulantes. Los vecinos no fallaron a su cita con el mercadillo el pasado martes, cuando estrenaron ubicación provisional.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios